El pasado mes de mayo, año 2017, el Tribunal Supremo de las Islas Bermudas legalizó el matrimonio homosexual. Sin embargo, el gobernador de Bermudas con un amplio apoyo de la Cámara de Representantes y del Senado, aprobó una ley que revierte la normativa, de manera que la isla atlántica se ha convertido en el primer territorio en abolir el matrimonio homosexual después de haber sido legalizado.

El nuevo marco normativo no modificará el estado civil de las parejas homosexuales que se hayan casado hasta la fecha. La ley ah sido duramente criticada por colectivos y asociaciones defensores de los derechos de la comunidad LGTBI.

El ministro de Interior de Bermudas, Walton Brown, ha afirmado que “el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, mientras que al mismo tiempo reconoce y protege los derechos de las parejas del mismo sexo”. Por su parte, Winston Godwin, un abogado de Bermudas afincado en Canadá que lucha por la igualdad matrimonial en la isla, asegura en El Mundo que es “una jornada triste para los derechos humanos”.

Sin embargo, este paso atrás parece tener cierto apoyo popular, ya que, en 2016, el no a la aprobación del matrimonio homosexual fue respaldado por más del 60% de ciudadanos en un referéndum que fue declarado no vinculante al no alcanzarse el mínimo de participación requerida.