Apenas cursa un mes de 2018 y los partidos políticos ya miran a 2019. Desde la ruptura del bipartidismo España vive en una constante campaña electoral. Cada movimiento se hace calibrando las consecuencias y con la calculadora en la mano. Las formaciones ya se han puesto el mono de trabajo para perfilar sus hojas de ruta y definir su estrategia de cara a las autonómicas y municipales de 2019. Los partidos de la derecha del tablero político, Ciudadanos y Partido Popular, no cabe duda de que presentarán su marca registrada, pero la izquierda ya evidencia distensiones tanto entre formaciones diferentes como dentro de cada partido por la fórmula en que concurrirán.

Este viernes ha sorprendido el secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, proponiendo una lista unitaria de “fuerzas progresistas” para el Ayuntamiento en 2019: “Creo que esta candidatura puede ser el camino para que la izquierda mantenga el Gobierno en el Ayuntamiento de Madrid”. Una lista que podría incluir nombres que van desde Podemos e Izquierda Unida hasta la desaparecida UPyD y cuyo candidato, según Franco, podría ser Manuela Carmena o Ángel Gabilondo.

El propio Franco ha calificado su propia proposición de “difícil”. Y tanto… Fuentes internas de Podemos, preguntadas por el asunto, dicen entre risas: “Ni caso. Vamos, yo no le daría importancia. Eso no creo que quede en nada”.

Y es que, Podemos ya vive su particular distensión en la búsqueda de la fórmula ideal para reeditar mandato al frente del Ayuntamiento de Madrid y asaltar la Comunidad de Madrid. Tras la batalla de Vistalegre II, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón pactaron que el ya exportavoz parlamentario morado sería el candidato a la Comunidad en 2019 a cambio de dar un paso atrás a nivel nacional y no disputarle el liderazgo nuevamente. Errejón, que fue sustituido por Irene Montero, aceptó y, tras una temporada de stand by, en verano inició su particular campaña recorriendo las fiestas populares de diferentes localidades de Madrid.

El secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político ya esboza las líneas maestras de su candidatura. A raíz de un artículo publicado por Interviú, se ha llegado a aventurar que los errejonistas estaban sondeando qué espacio habría en el tablero político si se creara un partido al margen de Iglesias. Incluso, se ha confabulado con un cambio de nombre de Podemos. Los morados han negado que se barajara semejante idea para proteger su marca tras el desgaste provocado por el desafío soberanista. Fuentes internas aseguran a El Plural que dicha información “es falsa” o “está cogida con muchas, muchas pinzas”. Según pudo saber este diario, hay puntos de la geografía española que están abiertos, tras Vistalegre II, a presentar unas candidaturas distintas a “Podemos” como ya ocurrió de cara al 26J con "Unidos Podemos", pero siempre dentro del partido. En suma, el cambio de siglas no sería nacional ni definitivo, sino puntual. No obstante, las mismas fuentes señalan que se trata aún de una posibilidad sin madurar, "muy" hipotética y que está sobre la mesa, pero queda “muy, muy alejada”: “No se va a cambiar de nombre ni se va a montar un partido aparte”.

Precisamente, en eso están Errejón y su equipo. Según ha podido saber El Plural, de “seguir así” -refiriéndose al desplome en las encuestas-, Errejón valoraría presentarse con un nombre que sugiera una marca distinta como ha ocurrido con los Comunes, Unidos Podemos, Ahora Madrid… Eso sí, siempre bajo el paraguas del partido y haciendo equipo con Manuela Carmena, ya que la figura de la alcaldesa es la arista que explotarán los errejonistas, que quiere que repita y casi seguro que lo hará, aunque aún no está cerrado. El objetivo es presentar las candidaturas como un tándem y usar a la juez como palanca.

Carmena, el "verso libre"

Un nombre de candidatura popular y un tándem con Carmena sería idílico para alejarse de Podemos en caso de que continúe su caída. De hecho, la propia alcaldesa se ha encargado en numerosas ocasiones de poner tierra de por medio entre ella y Pablo Iglesias: “No es mi socio. No soy de Podemos. Soy un verso libre. Tengo una independencia total”, dijo en un desayuno informativo.

Andalucía y Galicía

Madrid no es la única comunidad autónoma en la que ya se dan distensiones en el seno de Podemos por las autonómicas y municipales de 2019. El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, ha anunciado que su partido, Marea Atlántica, se presentará a las próximas elecciones municipales con su propia marca, sin pactar con Podemos ni con En Marea. Este fin de semana se votarán los documentos que esbozarán las líneas maestras del proceso de primarias y de organización. Se prevé, por tanto, marejadilla, puesto que Podemos no se presentó en 2015 a los comicios porque faltaba estructura de partido, pero sí que querrá llevar sus siglas en 2019.

La secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos, ha adelantado que en los municipios donde gobierna Marea Atlántica se respetará su fórmula. Pero, ¿cómo será recibida la noticia en Madrid? ¿Volverán Pablo Echenique y Carolina Bescansa a Galicia para alcanzar un acuerdo in extremis, otra vez? ¿Y qué tendrá que decir al respecto Luis Villares, el líder de En Marea?

Esta distensión se produce con Podemos y En Marea inmersos en un proceso judicial por su pacto de cara a las autonómicas gallegas del 25S. El pasado 12 de septiembre se celebró el juicio entre Podemos y el entonces secretario general de Podemos Arzúa (A Coruña), Xosé Manuel Zapata, quien demandó al partido por, según su criterio, violar sus propios Estatutos por mandato de Pablo Iglesias, tal y como desvelamos en El Plural en exclusiva. El litigio se celebró en el Juzgado de Santiago de Compostela, tribunales ante los cuales los morados y En Marea negaron haber concurrido conjuntamente a las elecciones autonómicas gallegas del 25S de 2016. (Consulta aquí el vídeo del juicio).

Y de Galicia, a Andalucía, donde Teresa Rodríguez dio la campanada registrando Marea Andaluza. Pablo Echenique, secretario de Organización de Podemos, aseguró que ya conocía lo que la líder de Podemos en Andalucía tenía en mente y que responde a que hay partidos que se adelantan y querían tener un CIF en la recámara por si acaso. Sin embargo, la propuesta no ha sido bien recibida por sus socios de Izquierda Unida en Andalucía. Antonio Maíllo, coordinador de IULV-CA, dijo que “el registro no tiene nada que ver ni IULV-CA ni con el proceso de confluencia". Además, en la trastienda de esta maniobra se encuentran la pretensión de Rodríguez por dotar de mayor autonomía a la marca de Podemos en Andalucía.