En España cuando el Gobierno no consigue los apoyos necesarios en el Congreso para aprobar los Presupuestos Generales del Estados, automáticamente ser prorrogan los del año anterior, como pasa actualmente. En Estados Unidos es muy distinto. Allí cuando no hay acuerdo para los presupuestos se produce el temido shut down, o cierre parcial del Gobierno.

¿Qué pasa cuando hay un shut down?

Donde más se nota esta situación de bloqueo a la administración estadounidense es el Washington, donde se encuentran la mayoría de las agencias y se centraliza casi toda la burocracia del enorme país. Pero mirando con lupa los efectos del cierre parcial del Gobierno afectarán a todos puntos.

El shut down se produjo el sábado, pero este lunes será cuando cientos de miles de empleados federales se verán obligados a quedarse en sus casas sin cobrar, como exige la ley en estos casos. En el anterior cierre, ocurrido en 2013, 850.000 trabajadores federales lo sufrieron, el 40% de la administración según datos recogidos por la NBC.

Por esto, se cierran las oficinas gubernamentales no imprescindibles, así como programas y actividades lo que afecta al turismo (zoos, museos, parques naturales…), militares que dejan de cobrar, recogida de basuras, emisión de pasaportes y otros permisos, agencias de investigación como el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el propio Congreso y Senado, donde el personal esencial se queda en casa.

De durar demasiado, la justicia también podría verse afectada, Cuando se produjo por última vez el cierre en la era Obama la capital de EEUU fue descrita como una auténtica ciudad fantasma y duró 16 días.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?

Republicanos y Demócratas llevan meses intentando aprobar unos presupuestos a largo plazo sin conseguirlo, por lo que han aprobado prorroga tras prorroga, la última en diciembre, gracias a la aceptación a última hora de los demócratas.

Es la primera vez que se produce un shut down teniendo un partido mayoría en el Congreso, el Senado y controlando la Casa Blanca

Las principales diferencias vienen por que el pasado año el presidente Donald Trump derogó las protecciones a los Dreamers, los inmigrantes ilegales que llegaron de pequeños hace muchos años y ahora tienen su vida y su familia hecha en EEUU, para no ser deportados. El programa con el que el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, protegió a esos jóvenes de la deportación (conocido como DACA) expira este 5 de marzo. Tras derogarlo, pasó la pelota al Congreso donde se empezó a debatir una solución migratoria dentro de los presupuestos a cambio de que también se presupuestasen 18.000 millones de dólares para el muro.

Hace apenas una semana se le presentó este acuerdo entre los dos partidos pero, fiel a su estilo imprevisible, Trump lo rechazó en la ya famosa reunión donde calificó de “países de mierda” a Haití, El Salvador u otros países africanos,

Tras este desplante, se caldearon aún más los ánimos y la oposición demócrata se plantó diciendo que no aprobaría ningún presupuesto que no incluyese una solución a los Dreamers después de que ya aceptasen una prorroga así en diciembre, y recibiesen muchas críticas de sectores sociales que mayoritariamente los votan a ellos.

Por su parte, los republicanos calificaron la postura demócrata de querer “secuestrar” el Gobierno, aunque ellos mismos están internamente divididos en esta propuesta con posturas enfrentadas.   

Al final, llegó el sábado por la noche sin acuerdo y se produjo el shut down justo en el primer aniversario del mandato Trump. Además, es la primera vez que se produce un cierre del Gobierno teniendo un partido mayoría en el Congreso, el Senado y controlando la Casa Blanca. Una publicidad que no agrada nada a Trump y los republicanos, pese a que el presidente insista en los buenos datos económicos por Twitter en su primer aniversario.

La situación no tiene pinta de mejorar en breve y los costes económicos pueden ser muy grandes. En 2013, con un cierre de 16 días, se calcula que se perdieron 2.000 millones de dólares en la economía de EEUU, más lo que perjudicó al crecimiento.

También se debe tener en cuenta que los dos partidos ya están en clave electoral, ya que en noviembre de 2018 hay elecciones legislativas donde se renuevan la mayoría de los escaños y el control de ambas cámaras, donde los republicanos tienen una mayoría, aunque ajustada actualmente.

¿Y ahora qué?

El líder de la mayoría republicana en el Senado de EEUU, Mitch McConnell, anunció que la Cámara Alta votará este lunes al mediodía un proyecto de ley para intentar reabrir la Administración Trump y que permitiría mantenerla abierta hasta el próximo 8 de febrero.

La propuesta daría más tiempo a republicanos y demócratas para negociar unos presupuestos definitivos para el año fiscal 2018 y McConnell prometió que “si estos asuntos no se resolvieran antes de que venza el proyecto de financiación el 8 de febrero de 2018, asumiendo que el Gobierno permanezca abierto, sería mi intención proceder a la legislación que aborde DACA, la seguridad fronteriza y cuestiones relacionados”.

Mientras, Trump presiona a los legisladores para forzar la reapertura. “Genial ver lo duro que están luchando los republicanos por nuestras Fuerzas Armadas y la seguridad en la frontera. Los demócratas sólo quieren que inmigrantes ilegales entren en masa en nuestra nación sin control”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.

“¡Si el punto muerto continúa, los republicanos deberían ir a por el 51 % (opción nuclear) y votar un verdadero presupuesto a largo plazo, no CR's (resoluciones de continuidad)”, agregó el presidente.

La llamada “opción nuclear”, que el líder de la mayoría en el Senado puede aplicar a discreción, cambia las reglas del Senado al requerir una aprobación sólo por mayoría simple (51) y no de 60 votos.

(AMPLIACIÓN)

Nueva prorroga

Tras poco más de dos días con el shut down activo, los demócratas han cedido a la propuesta republicana y han votado a favor de una propuesta presupuestaria que permita reabrir el Gobierno federal en las próximas horas.

Los demócratas han aceptado aprobar que se someta a voto final una medida de gasto provisional que durará hasta el 8 de febrero, una nueva prórroga, después de que el líder de la mayoría republicana en el Senado prometiera permitir que un proyecto de ley de inmigración se someta a votación el mes próximo.

Con 81 votos a favor por 18 en contra, la medida necesitaba un mínimo de 60 votos a favor para progresar en la Cámara Alta, un texto que deberá ahora ser sometido a voto final antes de pasar a la Cámara de Representantes, donde se prevé que sea aprobada fácilmente.

“Después de varias discusiones, ofertas y contraofertas, el líder republicano y yo llegamos a un acuerdo. Votaremos hoy para reabrir el Gobierno para continuar negociando un acuerdo integral”, dijo el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer, antes del voto.

Schumer indicó que McConnell se ha comprometido a que, si los negociadores no logran llegar a un acuerdo de inmigración antes de que expire la medida de gasto provisional el 8 de febrero, “el Senado procederá inmediatamente a la consideración de la legislación” para proteger a los Dreamers.