Donald Trump está histérico. El hombre más poderoso del mundo ve como a través de un libro puede caerse el castillo de naipes sobre el que se ha construido su viaje hasta la presidencia de los Estados Unidos de América. "Fire and Fury: Inside the Trump White House" (Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump), escrito por el columnista y escritor Michael Wolff, verá la luz el próximo martes y cuenta cómo ha sido su primer año en la Casa Blanca. A pesar de que, al más puro estilo "Fahrenheit 451", se ha tratado de torpedear por todos los medios, el libro se pondrá a la venta el próximo martes. A través de sus abogados, Donald Trump, intentó impedir su publicación y distribución: "El señor Trump exige que se interrumpa y evite cualquier publicación, divulgación o distribución del libro". Pero, ¿qué contiene "Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump", para que un hombre como Donald Trump esté tan nervioso?

Una de las confesiones más reveladoras es que ni siquiera el propio Trump esperaba vencer en los comicios que le enfrentaron con Hillary Clinton. De hecho, según Michael Wolff, sólo buscaba publicidad para abrir un canal de televisión. Un hecho verosímil ya que el empresario es una persona obsesionada con los medios de comunciación y la persecución al gremio del periodismo es uno de sus baluartes políticos. De hecho, ante la presumible derrota, Trump afirmó que no consideraba "perder, porque no será perder. Será ganar completamente". Y es que su campaña electoral y guerra con los medios eran parte de un plan: "crear TrumpTV". El libro adelanta que, cuando supo que había ganado, "parecía un fantasma. Era un Trump perplejo que se transformó en un Trump incrédulo y luego horrorizado". En cuanto a su mujer, al saber la noticia, "rompió a llorar. Melania estaba entre lágrimas y no de eran de alegría"

Su elección le pilló tan de imprevisto que no supo qué contestar cuando la jefa adjunta de la Casa Blanca, Katie Walsh, preguntó a Trump y a su yerno Jared Kushner en qué políticas había que priorizar: "Solo dime tres cosas en las que el presidente quiere centrarse". La respuesta se alargó un mes y medio.

Indignación en su investidura

La comparación entre la investidura de Obama y Trump fue uno de los aspectos más comentados aquel 20 de enero de 2017 en el que el magnate juró su cargo como presidente. Según Michael Wolff, el presidente "se sintió despreciado y agraviado" y "no disfrutó de ese día. Estaba cabreado porque gente de primer nivel se negó a ir”. Las imágenes entre ambos actos son reveladoras

Relación con Rusia

Steve Bannon, ex jefe de estrategia de la Casa Blanca, ha sido quien ha revelado información más jugosa. Bannon, ha confirmado la reunión de la abogada rusa Natalia Veselnitskaya con el hijo de Trump,  Donald Junior, y su yerno, Jared Kushner. Tal y como dice Bannon,  "los tres cargos más altos de la campaña pensaron que era una buena idea encontrarse con un Gobierno extranjero dentro de la Torre Trump en la sala de conferencias de la planta 25 y sin abogados"

Ivanka, ¿presidenta?

El libro revela también una teórica confabulación entre su hija Ivanka y su marido Jared Kushned. El matrimonio, a espaldas de Donald Trump, pretendían que Ivanka fuera la primera presidenta de la historia de Estados Unidos. 

Obsesionado con su cepillo de dientes

Trump, definido como un "niño grande", no duda a la hora de abroncar al servicio de la Casa Blanca en el caso de que se les ocurriera tocar su herramienta de limpieza dental. Una de sus obsesiones era la de que cupiera la posibilidad de ser envenenado a través de su cepillo de dientes. 

Se confirman los peores temores

Si algo nos adelanta “Fuego y Furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump”, es la confirmación de que Donald Trump es una persona a la que el puesto de presidente de los Estados Unidos le queda grande. Una persona sin capacidad política para dirigir un país de tal envergadura. Un simple empresario que ha tratado de utilizar su exposición pública para beneficiar su negocio y un futuro canal de televisión. En resumen, un ignorante político que supone un riesgo para la convivencia en el mundo. El próximo 9 de enero sabremos qué más esconde esta publicación. Porque el mayor miedo de Donald Trump no es un enemigo externo o un rival político. El mayor miedo del actual presidente de Estados Unidos es la libertad de prensa.