“Parece que este año el invierno se adelanta comiéndose de un lengüetazo un otoño que nos parecía un verano tardío. Hace nada íbamos con sandalias... y de pronto ha llegado el frío. Ya estamos en Navidad”. Así arranca la felicitación de Navidad de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, con la que ha querido desear a todos los madrileños unas fiestas llenas de sentimientos y convivencia; pero también con la que ha querido mandar un mensaje: “Todo cambia en Navidad”.

Quizás, después de tantas críticas acumuladas por su gestión, por decisiones como la peatonalización de la Gran Vía durante las fiestas o implantar las calles de una única dirección, Carmena ha querido aprovechar este mensaje para recordar que, ahora que en Navidad parece que todos nos entendemos más, todo puede cambiar, que cualquier cosa, por tradicional que sea, puede ir a mejor.

Porque “todo cambia en Navidad. Así es y así debe ser”, ha querido resaltar.

Con esta idea en mente, en su mensaje Navideño se entremezclan temas como la sostenibilidad, las reformas de la Gran Vía o una nueva petición a dejar el coche aparcado en casa, con los valores típicos de estas fiestas como son la solidaridad y la búsqueda del calor que nos dan los más cercanos.

Por que la Navidad “nos permite en medio del invierno frío y oscuro vivir días distintos, días que el calendario colorea en rojo”. Por eso “Madrid, estos días se convierte en una fiesta y me gustaría que fuera una auténtica fiesta para todos. Una fiesta para los que en la dichosa diversidad que hemos creado tienen amigos, parejas, y familias de toda índole; y para los que no los tienen, para los que viven solos”.

Más vivir y menos consumismo

Aunque la alcaldesa reconoce que en estas fechas se llenan las bocas de promesas y las bolsas de compras, ha pedido que se trabaje por conseguí una ciudad en la que todos podamos vivir, en la que existan más espacios públicos de convivencia con un ejemplo tan simple como construir aceras más amplias por las que pasear y disfrutar de la ciudad.

Abrir más espacios para andar, para vivir nuestras grandes calles de una ciudad en fiesta. En nuestro corazón, el del gran centro de Madrid y en tantos otros corazones: los de nuestros distritos. En todos se ha de compartir la fiesta”. Eso sí, sin olvidar, y aquí viene en mensaje ecológico de Carmena, que para disfrutar de Madrid no hace falta coger el coche.

Y para terminar, Carmena recuerda un poema de Gloria Fuertes, escritora homenajeada en este 2017, año del centenario de su nacimiento.

 

Jesús, María, y José

estaban junto al pesebre.

El niño tenía frío.

María tenía fiebre.

Al Niño Jesús Bendito,

le entretiene un angelito.

Se arremolina la gente,

Vienen los Reyes de Oriente.

Se acercan los mensajeros.

El Niño hace pucheros.

No le gusta el oro fino,

prefiere pañal de lino.