Lo dijimos el pasado mes de agosto. ELPLURAL.COM ya adelantó con este titular veraniego, “Se busca sustituto de Cospedal: Razón Castilla-La Mancha”, las intenciones de la ministra de Defensa de eludir su responsabilidad para volver a presentarse en las elecciones autonómicas manchegas de 2019. Titular refrendado este domingo en el diario madrileño El Mundo, donde la también secretaria general del PP deja claro que sus intenciones de repetir en la tierra de Don Quijote están muy lejos de sus deseos políticos, sabiendo, como sabe, que en La Mancha no es, precisamente, una política reconocida, querida, valorada y aplaudida por la ciudadanía, que no guarda buenos recuerdos de su fatídico cuatrienio (2011-2015) al frente del Gobierno castellano-manchego, donde la llamada “Dieta Cospedal” hizo estragos entre los más necesitados, acrecentando, además, las desigualdades sociales.

La pregunta (algodón) no engaña

El caso es que este domingo los redactores de El Mundo, un medio que tras la llegada de Francisco Rosell a la dirección del rotativo de Unidad Editorial “simpatiza” más que antes con Cospedal, Marisol Hernández y Fernando Lázaro, le formulaban una obligada pregunta, que no es otra que: “¿Será usted candidata del PP de Castilla-La Mancha en las elecciones de 2019?” Y la respuesta de la también secretaria general de los conservadores españoles no puede ser más clarificadora: “Queda tiempo para 2019. Hoy por hoy soy la presidenta de mi partido y haré lo que se considere mejor para el PP y para Castilla- La Mancha, en el sentido también de las responsabilidades que tengo ahora asumidas”.

“Cospedal pone pies en polvorosa”

La respuesta de la ministra de Defensa despeja muchas incógnitas: No quiere volver a encabezar el cartel electoral autonómico en Castilla-La Mancha, como queda claro, además, en la pregunta que a continuación Hernández y Lázaro le formulan: “Ministra, ¿le gustaría ser presidenta del Gobierno?”, la respuesta contundente de Cospedal es muy elocuente: “Lo voy a decir bien claro. A mí lo que me gusta ser es ministra de Defensa”. Que quede claro, que no haya vacilaciones, a María Dolores de Cospedal lo que le gusta es la gestión de la política castrense y no el día a día de una comunidad en la que ella, a decir verdad, nunca se sintió cómoda.

De ahí que fuentes socialistas reconozcan a ELPLURAL.COM que la entrevista de El Mundo avala la decisión de “Cospedal de poner pies en polvorosa y no quiere oír hablar de Castilla-La Mancha”, añaden, “no es de aquí; su llegada a nuestra comunidad fue un accidente, fue una imposición de Rajoy en 2006, y cuando ha podido ha salido huyendo, provocando, eso sí, un daño que el Gobierno de Page está intentando reparar”.

Se siente feliz en Defensa

En la misma entrevista, Cospedal deja claro que se siente como pez en el agua al frente de este catalogado Ministerio de Estado. Tanto que al ser preguntada por sus aspiraciones presidenciales, la madrileña dice que: “Mi tiempo hoy es ser ministra de Defensa, algo por lo que me siento muy agradecida al presidente. Tengo la suerte de dirigir un Departamento que para mí es muy especial, con civiles y militares, que tienen un objetivo fundamental: servir a su país. Eso para mí es más grande que nada”.

Posible sustituto de Cospedal en La Mancha

Lo dijimos el pasado 27 de agosto, pero lo repetimos cuatro meses después para hacer constar que fuimos los primeros en poner en duda las pretensiones continuistas de Cospedal en La Mancha. Incluso advertíamos que era un secreto a voces y todos los líderes del PP castellano-manchego reconocían en privado que María Dolores de Cospedal no repetirá como cabeza de cartel en las elecciones autonómicas de 2019, ya que la secretaria general tenía en su agenda política otros horizontes más trascendentales que volver a ser aspirante de la comunidad que ya presidió y que sabe, según le dicen todas las encuestas, que Castilla-La Mancha será un territorio muy difícil de recuperar siempre y cuando el socialista Emiliano García-Page sea el candidato a abatir.

Mano derecha, pero sin carisma

Ante la huida de Cospedal, que ya dejó claros sus deseos de hacer carrera política en Madrid renunciando a su acta de diputada regional y de jefa de la oposición para entrar como diputada nacional en el Congreso en los comicios de diciembre de 2015 y 2016, y dada la urgencia que reclama el calendario electoral, su mano derecha y secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, debería ocupar por lógica su puesto ya que es el hombre que verdaderamente dirige el partido, conoce la región y es respetado por las baronías provinciales. Sin embargo, Tirado carece de carisma para encabezar el cartel electoral de los conservadores manchegos, lo que dificulta su elección a pesar de que, hoy por hoy, es la persona más válida de cuantos aspirantes se postulan en la región. La “guerra de sucesión” no ha hecho nada más que empezar.