La relación entre Pablo Iglesias y Ramón Espinar no atraviesa su mejor momento, de hecho, según fuentes internas cercanas a la cúpula, “está bastante mal”. Y el culpable no es otro que Íñigo Errejón, que se ha metido en un jardín sin comerlo ni beberlo. Por razones que responden puramente a diferentes criterios políticos, el exportavoz parlamentario se desmarcó de Iglesias de cara a Vistalegre II y, tras su derrota, fue relegado a un segundo plano. Para evitar futuras disputas y previsibles escisiones, Iglesias acordó con Errejón dejarle vía libre para ser el candidato por Madrid a las autonómicas de 2019. Un pacto que ha provocado la desazón de Espinar.

Iglesias y Errejón pactan la lista del exJemad después de que Espinar dinamitara el pacto por Madrid

Los líderes autonómicos y regionales suelen encabezar las listas en los comicios, pero con el pacto entre Errejón e Iglesias, esto no ocurrirá. Ramón Espinar fue privado, de facto, de ese privilegio en favor del actual secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político. Y Espinar, que fue apoyado por el secretario general en las primarias de Madrid contra Rita Maestre, lejos de aceptar las consignas del líder, ha dado batalla.

“La idea tras Vistalegre es que se respetara que se dejara vía libre a Íñigo también para el Consejo Ciudadano Municipal. Eso se acordó con Pablo. Pero Ramón y algunos pablistas aquí [Madrid] se lo pasan por el forro, con lo cual hacen falta negociaciones e, in extremis, se alcanza el acuerdo de Unidos por Madrid”.

Así relatan fuentes internas a El Plural cómo, en qué condiciones y por qué se acordó una lista unitaria para las primarias de Madrid municipio, que se celebran este fin de semana. El exJemad Julio Rodríguez,  uno de los hombres de confianza de Iglesias, sería el cabeza de una lista que los errejonistas apoyarían a cambio de seis de 18 puestos en el Consejo Ciudadano de Madrid. Este acuerdo se produce, tal y como señalan a este diario, después de que Ramón Espinar y algunos pablistas en Madrid decidieran desmarcarse del acuerdo entre Iglesias y Errejón.La ecuación lógica es muy simple: Íñigo pacta con Pablo ser candidato en Madrid y pasar a un segundo plano a nivel nacional, lo que supone que Ramón no sería el cabeza de lista en Madrid 2019, el líder regional entra en cólera y, junto a ramoners y algunos pablistas, deciden dinamitar el pacto.

Espinar pretende diluir a los anticapitalistas porque se siente amenazado por Isa Serra, la portavoz del CCA

Las maniobras por el control de Madrid

¿Cómo cargarse un pacto rubricado por el líder de la formación? Maniobrando con los estatutos en la mano. Tal y como informó El Plural, Espinar se vale de una norma introducida en la Segunda Asamblea Ciudadana de Podemos y guardada en el cajón de los recuerdos. Según este precepto, con el pretexto de acercar las bases a las cúpulas, en los procesos de primarias, en este caso en Madrid, no solo se elegirán a los dirigentes municipales, sino también a un número determinado de representantes de los Círculos que se incorporarán al Consejo Ciudadano Autonómico. Esta disposición permitirá a Espinar diluir la presencia errejonista en el CCA ya que los círculos en la capital los controla el secretario general autonómico y, en consecuencia, los nueve nuevos representantes serán afines a Espinar, que se asegura así el control del principal órgano autonómico.El control absoluto pasa por diluir a los anticapitalistas

Pero existe otra razón de peso. Espinar no solo quiere diluir a los errejonistas, sino también a la facción anticapitalista. “Dentro de este contexto de malestar entre Ramón y Pablo, por Podemos en Movimiento [la lista que se presenta contra Julio Rodríguez] se presenta Isa Serra, que es la portavoz del CCA. Ramón, se ve amenazado por Izquierda Anticapitalista (IA) [Isa Serra], con la cual había ido en coalición para las primarias al CCA el año pasado. Entonces, para no depender de IA en el CCA y tener mayoría absoluta, abre en el último momento el proceso interno para incluir a los representantes de los Círculos usando un reglamento que va a servir para que solo salga gente de Madrid capital, donde Ramón tiene más peso. Y así se blinda en el CCA”, señalan fuentes internas a El Plural. Y añaden: “De hecho, quienes son ramoners y se han presentado a la elección para ser representantes de los Círculos, les han hecho vídeos de campaña conjuntamente y de mejor calidad de imagen. Aparecen con cartelitos de carteros para que se les identifique. Y este pasado fin de semana, Ramón se ha estado haciendo un tour por algunos Círculos de la Comunidad de Madrid supuestamente para ‘animar a la participación’, pero casualmente solo ha ido a los que podía conseguir muchos votos para sus representantes”.

Objetivo: aferrarse al sillón y esperar la hecatombe

Una estrategia que tanto Iglesias como Errejón no entienden, pero sí que existen unos motivos: “Porque Ramón está haciendo lo que puede por aferrarse. Jugando de manera muy sucia”. El objetivo es afianzarse como líder a nivel orgánico para, si Errejón pierde las elecciones en 2019, regresar a la primera línea y presentarse como el piloto capaz de enderezar la situación.