La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha usado su cuenta en Twitter para intentar terciar en la polémica entre Arturo Pérez-Reverte y Gabriel Rufián, después de que el escritor dijera en televisión que el diputado de ERC tenía “pinta de que le pegaban en el cole”. Sin embargo, Pérez-Reverte, lejos de rebajar el tono, le ha dicho a Colau que “nadie le ha dado pandereta en esta fiesta” y le ha pedido que se reserve “sus demagogias cutres para Sálvame”.

El pasado sábado, en una entrevista en La Sexta Noche, Arturo Pérez-Reverte se refirió a Rufián, con el que ha tenido varios encontronazos en Twitter, como alguien que tenía “pinta de que le pegaran en el colegio”.

 Reverte recibió varias críticas por su comentario, y ahora se ha sumado a los reproches la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que a la misma hora estaba en Sálvame desvelando su “bisexualidad” y por lo que también ha sido criticada.

Colau ha señalado en Twitter que “discrepo en muchas cosas” con Rufián pero ha exigido al escritor que pida “disculpas a víctimas de bullying”.

Pérez-Reverte ha tardado poco en contestar, remitiendo a Colau a un artículo suyo de 2015 contra el bullying y le ha reprendido: “Váyase a hacer demagogia barata a otra parte, señora. A usted nadie le ha dado pandereta en esta fiesta. A mí no me utilice para sus basuritas político-folklóricas”.

Colau ha vuelto a responder a ese tuit acusando a Pérez-Reverte de agresividad y le ha interpelado como “hombre culto” a ver otras opiniones, como la de David Bravo, que acusaba al escrito de legitimar el discurso de los abusones.

Sin embargo, Pérez-Reverte ha subido un escalón más y ha mandado a Colau a “reservar sus demagogias cutres para Sálvame y para su turbio negocio político”.

Finalmente, Pérez-Reverte ha publicado un texto en el que resume toda su visión de la polémica y en la que llama "cantamañanas" a Rufián y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, "que la noche de la entrevista no pudo verla porque estaba desnudando su corazón en Sálvame de Luxe".

Unas respuestas que han provocado la crítica de los tuiteros: