En las grabaciones realizadas por la Guardia Civil dentro de la Operación Lezo, Ignacio González sigue desgranando sus sospechas sobre el “montaje” de la cuenta en Suiza y acerca del espionaje que recibió en Colombia. El expresidente madrileño dice tener acreditado que todo fue una operación contra él organizada por Mariano Rajoy, Álvaro Lapuerta y Juan Miguel Villar Mir. Y buena parte de esa confianza se la da Javier López Madrid, yerno de Villar Mir, quien le habría confirmado que su suegro donaba dinero al Partido Popular y que su familia pagó el espionaje.

González le cuenta a Eduardo Zaplana que cuando saltó a la luz el espionaje en Colombia, llamó a López Madrid para contarle sus sospechas: “Me dicen que esto lo ha pagado tu suegro”. El empresario primero contesta con incredulidad: “Qué me dices, qué hijo de puta”. Pero, según el expresidente madrileño, al día siguiente vuelven a hablar, “y me dice ‘¡oye! Efectivamente esto lo ha hecho el loco de mi cuñado’”.

El hecho de que González diga “cuñado” puede ser un lapsus linguae, porque en las grabaciones con Luis Vicente Moro afirma en varias ocasiones que “a mí me reconoce que su suegro ha pagado a esos detectives”, así como que “a mí me reconoce que su suegro le daba dinero a Lapuerta”.

Al oír que Villar Mir ha pagado a los espías que le siguieron, González se enfrenta a López Madrid: “‘¡Qué cojones me estás contando!’ Entonces yo me cabreo, tenemos una bronca de cojones, no sé qué y tal”.

Con el paso del tiempo, las aguas vuelven a su cauce y la amistad entre González y López Madrid sigue creciendo. “Yo me voy haciendo más amiguete de López Madrid y, de hecho, yo soy el que le meto en Bankia”, explica a Luis Vicente Moro. López Madrid fue nombrado consejero de Caja Madrid a propuesta de la patronal madrileña, que entonces presidía Arturo Fernández y donde trabajaba Lourdes Cavero, esposa de González. López Madrid acabó condenado por el caso de las tarjetas black y ahora se ha abierto juicio oral contra él y otras 30 personas por la salida a bolsa de Bankia.

Pero volviendo a ese clima de amistad renovada, López Madrid le habría reconocido a González que en el tren de Navalcarnero “nosotros pagamos un dinero desde México a Suiza”, pero que “efectivamente yo ya sé que tú no te llevaste el dinero”. Lo mismo le cuenta a Moro:  “Él sabe que yo al final no me he quedado con ningún dinero, ¿sabes?”.