El fallecimiento en Buenos Aires (Argentina) del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, a causa de una infección renal que se complicó de manera repentina, ha activado la maquinaria interina de la institución. La vacante que deja Maza fue ocupada automáticamente por el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, tal y como estipulan los estatutos de la carrera (artículo 17). De esta manera, Navajas comandará las actuaciones de la Fiscalía de manera provisional hasta que se designe un nuevo fiscal general. ¿Cómo es el proceso?

Según el artículo 124 de la Constitución española, concretamente en su punto tres, se reza que “el Fiscal General del Estado será nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial”. En consecuencia, será el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Consejo de Ministros quien, teniendo en cuenta la opinión del Consejo General del Podemos Judicial, quien proponga un candidato. Esta primera fase podría ejecutarse este mismo viernes en Consejo de Ministros. El rey Felipe VI será quien rubrique el nombramiento.

Eso sí, el elegido deberá someterse a preguntas en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados a fin de obtener el beneplácito del poder legislativo. En consecuencia, el fiscal general deberá contar con el aval de los tres poderes: Ejecutivo, legislativo y judicial. El proceso puede durar varias semanas, pudiendo incluso superar el mes.

Para ser fiscal general debes reunir unos requisitos muy concretos: ser un jurista español de reconocido prestigio y tener más de 15 años de ejercicio efectivo.