"Dicen que la justicia es igual para todos, pero con nosotros no es así", ha dicho este viernes el supuesto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, cuyo juicio ha terminado hace sólo unas horas y ha quedado visto para sentencia.

Así, haciendo uso de su turno final de la palabra, el líder de la trama de empresas en la que se fundamenta este macrocaso de corrupción, ha vuelto a ofrecer su colaboración a la Fiscalía a cambio de poder salir de prisión y poder ofrecer información desde su casa. Correa quiere estar en libertad hasta que se conozca la sentencia del Caso Gürtel y esta sea firme, no haya posibilidad de recurso.

Garzón fue "injustamente inhabilitado"

Pero quizás, lo más llamativo que se ha escuchado de la boca de Correa en esta última sesión del juicio sea su petición de indulto. No por la petición en sí, sino porque se la ha pedido directamente al juez Baltasar Garzón.

Hay que recordar que Correa fue uno de los denunciantes de Garzón, unas acusaciones que acabaron con la inhabilitación del magistrado por las escuchas de conversaciones de acusados de la Gürtel con sus abogados. Que ahora, uno de los causantes del final de la carrera de Garzón se dirija a él pidiendo ayuda y el indulto, es cuando menos llamativo.

Pero Correa lo ha hecho "como ciudadano español" alegando que Garzón podría ayudarle porque, y aquí bien la segunda sorpresa, cree que el exmagistrado de la Audiencia Nacional fue "injustamente inhabilitado" en una causa que "tiene un tinte político y no jurídico".


"Ofrezco mi total colaboración de ahora en adelante en todas las causas. Si tengo que estar semanas reunido con ustedes para aclarar todas las causas pendientes, lo haré. Pero me gustaría ir por mis propios medios, no desde la cárcel. Dicen que la justicia es igual para todos, pero con nosotros no es así", ha afirmado Correa más de un año después de que arrancase el juicio de una de las piezas separadas de la macrocausa Gürtel, la que se conoce con el nombre de Primera Época.

Se presenta como un simple mediador

Además, Correa ha usado su turno de palabra para defenderse asegurando que jamás creo su entramado de empresas con la idea de “trabajar para el PP o para delinquir", pues él era un mero mediador entre compañías y los responsables de adjudicar contratos públicos.

"Me han pagado siempre empresas privadas, nunca un ministerio o un ayuntamiento", ha subrayado.