En Cataluña, todos los caminos conducen a las elecciones autonómicas. Ya sea mediante la aplicación del 155 acordado por el Gobierno de Mariano Rajoy con PSOE y Ciudadanos o mediante la convocatoria de comicios por parte de Carles Puigdemont como salvoconducto, la solución a corto plazo pasa por las urnas. Algunos partidos, como Esquerra Republicana de Catalunya, saldrían beneficiados. Tal y como desvelamos en ELPLURAL.COM y en ELPLURAL.CAT, sectores de ERC no verían con malos ojos un adelanto electoral. Sin embargo, para otras formaciones supondría un auténtico via crucis. Es el caso de Podemos, cuyo secretario general ya se ha decantado por los Comunes en detrimento de Podem, federación morada en Catalunya con la que mantiene una tensa relación que, lejos de distenderse, se acentuará.

La fractura Podemos-Podem por el 1-O

Los lazos libidinales que unen a Pablo Iglesias con el secretario general de Podem, Albano Dante Fachín, tiempo ha que se deshilacharon. Los meses previos al 1-O la federación morada en Catalunya ya vivía tiempos aciagos. La implosión llegó a pocas semanas del referéndum.

La consigna de Podemos de cara al referéndum convocado el 1 de octubre por el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, siempre ha sido ‘plebiscito sí, pero con garantías’. Los morados entendieron el 1-O en clave de movilización social legítima, no de cita plebiscitaria, la misma tónica en la que se movieron los Comunes, liderados por Ada Colau y Xavier Domènech.

"No hay que criminalizar esa movilización política, pero yo, si fuera catalán, no participaría en ese referéndum", aseveró Iglesias. El resto de componentes recogió el guante y siguió las instrucciones. El secretario de Organización, Pablo Echenique, prácticamente pronunció las mismas palabras que el secretario general, haciendo un buen uso del argumentario de la formación. Pero no todos asumieron como propia la postura de Iglesias. Podem emitió un comunicado oficial que publicó a través de su página web en el que instaban a la movilización activa y a acudir a su cita con las urnas: “Podemos hará una campaña llamando al debate y a la participación. Animamos a toda la ciudadanía a debatir, a participar, uniendo las condiciones de la vida cotidiana, la defensa de los servicios públicos, la denuncia de la precariedad laboral, las desigualdades y la falta de oportunidades para mujeres y jóvenes, con el ejercicio del derecho a decidir. Queremos decidir todo”. 

Tras varios tira y afloja, dimes y diretes, Dante Fachín terminó por tragarse el sapo y su postura oficial tuvo que ser fijada tras una segunda consulta a las bases.

En caso de elecciones, ¿Comunes o Podem?

¿Con qué fórmula se presentará Podemos en las elecciones autonómicas de Catalunya? Es la pregunta del millón. Cada vez está más claro que los socios de Pablo Iglesias en Catalunya no se encuentran en las filas de su federación autonómica. El secretario General de Podemos se ha posicionado en varias ocasiones y de manera clara del lado de Colau y Domènech. Un sentimiento recíproco (al menos en el caso del diputado en el Congreso).

Cuando Colau dio el paso y anunció la creación de un nuevo sujeto político -los Comunes- la consigna de Podemos fue clara. Fuentes internas consultadas por ELPLURAL.COM aseguraron que “de una u otra forma, Podemos estará dentro” a pesar de que Dante Fachín decidió no diluir las siglas de Podem y no comandar el proceso de integración. En consecuencia, se abrieron escisiones internas.

La decisión del secretario general morado en Catalunya levantó polvareda a nivel estatal: “El resto de sectores apoya la unión”, señalaban fuentes internas a este periódico. Desde ese preciso momento, la relación entre Dante e Iglesias se tensionó hasta casi romperse.

El 11 de septiembre se vivió una de las Diadas más politizadas y tensas que se recuerdan. ¿Y qué hicieron Iglesias y Dante? Evidenciar sus discrepancias. El secretario general de Podemos protagonizó un acto junto a la alcaldesa de Barcelona y a Xavier Domènech. Un evento al que no estaba invitado Podem de manera oficial. Eso sí, hubieran podido “asistir de público si quieren”. Todo un detalle.

El altercado de la bandera en el pleno

Pablo Iglesias pidió públicamente a la diputada de Catalunya Sí que es Pot (CSQP), Àngels Martínez, que pidiera disculpas después de que ésta retirara unas banderas de España que habían dejado los diputados del Partido Popular en su bancada. Martínez no lo hizo, y Dante Fachín la respaldó: “Puede sorprender, pero no refleja nada de anti-España, al contrario”, ya que “estamos hablando de una persona que hace décadas que trabaja para una república y una nueva manera de hacer de España. Ella entiende que esta bandera no representa su España”.

Otra displicencia se produjo entre Joan Coscubiela y el propio Dante. Durante la sesión plenaria en la que se debatía la Ley del referéndum, los tres diputados de Podem que integran el grupo CSQP abandonaron el pleno. ¿La razón? Que no compartieron el turno de palabra y no pudieron intervenir. Dante expresó su enérgico enfado e incluso se aventuró a poner en tela de juicio el acuerdo parlamentario y la portavocía de Coscubiela.

Un tablero icosaédrico de imprevisible desenlace

Con la vista puesta en las elecciones (seis meses es el plazo máximo que se ha impuesto Rajoy para disolver las Cortes catalanas), Pablo Iglesias, aconsejado a buen seguro por el secretario de Organización, Pablo Echenique, deberá decidir la fórmula en que se presentan a los comicios, bajo qué siglas o a quién apoyará. Podem rechazó diluirse en los Comunes, que se han convertido en la voz de Iglesias en Catalunya. Se podría barruntar una coalición electoral entre candidaturas de unidad popular, Podem y Comunes, pero con este escenario como telón de fondo, cabría preguntarse la posición y la visibilidad que ocuparía Dante Fachín. A ciencia cierta, el protagonismo será para Domènech y Colau.