Tiene sólo 38.000 habitantes, pero la pequeña isla de Canvey, al este de Londres y en mitad del rio Támesis, tiene la vista puesta en Cataluña, ejemplo para ellos del independentismo que quieren llevar a cabo.

“Es hora de que comencemos un movimiento de independencia adecuado como quieren los catalanes”, afirma Dave Blackwell, concejal y líder del Partido Independiente de la Isla de Canvey (CIIP).

La parroquia civil, lo que podría ser el equivalente a una pedanía, de Canvey Island está actualmente administrada por el Consejo de la ciudad de Castle Point, pero la pequeña área de tierra recuperada en el estuario del Támesis frente al condado de Essex no quiere “que le digan qué hacer desde el continente”.

“Necesitamos nuestra propia voz para determinar nuestro propio futuro incluso si eso significa que tenemos que separarnos”, dijo Blackwell en declaraciones al diario Independent. “Creo que va a suceder a medida que más y más poder se entregue a los concejos municipales, pero si tuvieran un referendo aquí como lo hicieron en Cataluña para romper con España, estoy convencido de que el 100% de las personas votaría para irse de Castle Point”, defendió.

Pero, pese a que el partido independentista cuenta con 9 de los 11 concejales de la isla, no todo el mundo, como dice Backwell, quiere la independencia.  Jeffrey Stanley, subjefe del concejo municipal de Castle Point, donde hay mayoría de los Conservadores, y que ha vivido en la isla Canvey durante casi 60 años, defiende que “trabajamos muy duro para asegurar que todos los rincones de la ciudad obtengan su justa porción de recursos. Será interesante ver cómo iban a pagar por el gobierno extra en estos días de austeridad. Estoy seguro de que su líder está sorprendido de que sus comentarios sobre la independencia hayan llegado a los periódicos nacionales, pero, como él, me gusta ver a Canvey y Cataluña en el mismo titular. Es bueno para el turismo”, ha defendido en declaraciones a The Guardian