Bronca sin precedentes en el Parlament catalán después de que Junts pel Sí y la CUP, liderados por Carme Forcadell, hayan impuesto incluir en el Pleno el debate y votación de la ley del referéndum por la vía exprés. Forcadell ha consguido unir a la oposición, que ha denunciado el "atropello democrático" de la sesión de este jueves. Todos han coincidido en acusar a la presidenta del Parlament de conculcar los derechos de los diputados.

El portavoz parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ha reprochado que la aplicación del artículo 81.3, el que han invocado los independentistas para tramitar la ley del referéndum, no implica la renuncia al derecho a solicitar un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias.

"Le pido que deje de actuar como la gestoría del Govern de Puigdemont y que respete los derechos de diputados y todos los catalanes. Se lo pido por favor, presidenta y expresidenta de la ANC y mano en el parlamento de Puigdemont: están manejando a su antojo la máxima institución de Cataluña y están dejando de lado a la mayor parte de población. Están cometiendo un abuso", ha dicho.

El líder del PSC, Miquel Iceta, se ha expresado en la misma línea y ha denunciado la "pérdida de derechos de los diputados". Por ello, ha dicho, su grupo pedirá amparo ante el Tribunal Constitucional. El portavoz adjunto socialista, Ferran Pedret, ha incidido en el derecho a pedir el dictamen al Consejo de Garantías, algo "amparado por el Estatut".

Un "procedimiento bucanero"

Desde SíQueEsPot, el portavoz Joan Coscubiela ha calificado la actuación de la Mesa y la presidenta de "procedimiento bucanero". Ha insistido en que "esto no va de reglamento, sino de esencia de la democracia", porque "ninguna mayoría en ningún reglamento del mundo puede acordar dejar en suspenso los derechos de los parlamentarios". "Se han inventado un procedimiento bucanero. Norma que no me gusta, disparo y la hundo", ha reprochado. Cree que es un peligroso precedente.

Por su parte, el portavoz del PP, Alejandro Fernández ha acusado a Forcadell de "romper las reglas del juego", ha apelado a la "serenidad" y a la "confianza en el Estado de derecho" y ha avisado de que "no van a romper España", aunque sí que van a "fragmentar" a la sociedad catalana. En opinión del líder del PP en Cataluñan, Xavier García Albiol, ha tildado este pleno del "más esperpéntico desde la restauración democrática".

La reacción de Junts pel Sí

Ninguno de los argumentos han calado en los impulsores del referéndum La portavoz de Junts pel Sí, la republicana Marta Rovira, ha culpado al resto de haberles obligado a hacer las cosas de esta manera. Según ha defendido, se ha respetado el reglamento y pedido informes, frente a lo que han hecho otros, en referencia al Gobierno, de recurrir al Tribunal Constitucional y a la Fiscalía para impedir el referéndum. "Estamos utilizando una vía que no es la que nos hubiese gustado", ha argumentado.

Tensión entre Forcadell y su vicepresidente segundo

La tensión se ha extendido a la tribuna del Parlament donde Forcadell ha cortado los reiterados intentos de su vicepresidente segundo, José María Espejo-Saavedra (Ciudadanos) de tomar la palabra. Ambos han llegado a protagonizar una escena surrealista que ha acabado con Espejo-Saavedra bajando al atril para poder hablar.

Forcadell acabó suspendiendo la sesión de control al Govern para que los diputados tuvieran una hora para poder presentar enmiendas a la ley del referéndum cuya admisión en el orden del día  finalmente fue aprobada pese a las críticas. En un primer momento, la presidenta de la Cámara se había negado a parar el pleno y ha defendido seguir con la sesión de control pero, tras una bronca con diputados de PPC, PSC, Ciudadanos (Cs) y Catalunya Sí Que Es Pot, finalmente ha accedido a suspender la sesión durante una hora y que las alegaciones se pudieran presentar hasta las 16:00 horas.