“Cataluña y España están entrelazadas”. Así reza la Declaración de Barcelona firmada por el PSOE y el PSC el pasado julio. Un acuerdo que este lunes ha adquirido una nueva dimensión. El secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, ha comparecido ante los medios de comunicación para anunciar la propuesta socialista para desbloquear la situación con Cataluña y atajar el órdago secesionista. Las medidas concretadas son dos: la creación de una Comisión en el seno del Congreso de los Diputados para impulsar el diálogo y las iniciativas comprendidas en la Declaración de Barcelona, de tal manera que, este documento copa ahora la centralidad del PSOE para Cataluña al erigirse como el plan integral de la formación. ¿Qué planes tiene el PSOE para Cataluña? ¿Cuál es la Cataluña que desea Pedro Sánchez?
Rumbo hacia la España federal
El ideal socialista arranca con una oferta política que se cristalizaría en una suerte de medidas cuya desembocadura es la reforma de la Constitución para entender España en términos federales.
En primer lugar, el acuerdo sitúa la posición de los socialistas en el tablero político. “Defendemos el cumplimiento de la ley”, por lo que respaldan al Gobierno de Mariano Rajoy a fin de defender la unidad territorial de España, pero se requiere “diálogo, negociación y pacto” para acercar posturas, desbloquear la coyuntura y “alcanzar una solución satisfactoria”.
Propuestas: mayor autonomía
“Para los socialistas, debe ponerse en marcha desde ya un proceso de fortalecimiento del autogobierno de Cataluña”, reza la Declaración de Barcelona. Partiendo de esta premisa, el PSOE presenta una batería de leyes e iniciativas cuyo corolario es dotar de mayor autonomía a la región.
El PSOE se muestra abierto a negociar las 46 reivindicaciones que le presentó el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a Mariano Rajoy. Todas salvo una: el referéndum secesionista.
Pedro Sánchez propone reformar la Ley Organiza del Poder Judicial “incorporando las previsiones sobre el Consejo de Justicia de Catalunya y configurándolo como una instancia desconcentrada del propio Consejo General del Poder Judicial”. En otras palabras, Catalunya contaría con un órgano judicial no supeditado a la Justicia central.
Se reformaría la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local y de la Ley de Haciendas Locales, otorgando a la Generalitat la prerrogativa de establecer y regular sus propios impuestos.
Se realizarían transferencias en competencias de salvamento marítimo y protección civil, formación sanitaria y la “ejecución de la legislación estatal en materia de trabajo y relaciones laborales”, al tiempo que se otorgaría al poder ejecutivo autonómico la “administración catalana en materia de inmigración”.
Sistema de financiación autonómica
Los socialistas son partidarios de negociar “un sistema de financiación más justo y equitativo”, haciendo especial hincapié en la financiación de la Sanidad y de la Ley de Dependencia.
El Estado deber invertir en infraestructuras un porcentaje equivalente a la participación de Catalunya en el PIB, se deberá “finalizar la construcción del Corredor Mediterráneo y se facilitarán las conexiones portuarias y la red de ferrocarriles.
Reconocimientos
El PSOE impulsará la “Proposición de Ley Orgánica de reconocimiento y amparo de la pluralidad lingüística de España”, del mismo modo que se asegurará la presencia de Catalunya en la UNESCO y se resolverán “cuestiones relativas a la memoria histórica como la anulación radical y expresa del juicio al president Lluís Companys”.
Asimismo, se admitiría la “importancia estratégica y simbólica de la ciudad de Barcelona”, de manera que puede ejercer “su liderazgo como gran capital catalana, española y europea”. Además, la Declaración menciona que la Ciudad Condal debe albergar organismos de ámbito estatal.
Esta es la Catalunya que impulsará Pedro Sánchez desde la Comisión, si esta finalmente se constituye. No obstante, ya ha comunicado que “estamos dispuestos a convencer y ser convencidos”, por lo que la Catalunya que el secretario general socialista pretende podría cambiar.
