Es lo que ha quedado de su visita a la zona, pero el cambio climático y una recuperación incierta marcarán el resto de su mandato. En su contra, claro.

La imagen dio la vuelta al mundo. ¿Trump visitando a los damnificados? ¿dando un paseo en barca para apreciar los daños? No.... Fueron los zapatos de la primera dama y sus 10 centímetros de tacón los que llamaron la atención del mundo. No era el atuendo más apropiado para una visita así, decían las crónicas a modo de mofa, pero tampoco el aspecto del presidente, ni su presencia allí, ofrecieron mucho más a quienes ven su vida destrozada por un nuevo desastre natural.  

Lo ocurrido no es del todo nuevo; ahí está el recuerdo del Katrina en Nueva Orleans, que dejó cerca de dos mil víctimas mortales, o antes el Andrew, que dejó una estela de 65 fallecidos. El Harvey lleva ya medio centenar, pero no solo se trata de contar víctimas. Esta última catástrofe viene cargada de polémicas: