Las misiones en la ONU de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han solicitado este martes una reunión urgente del Consejo de Seguridad en respuesta al nuevo lanzamiento de un misil norcoreano que sobrevoló territorio japonés antes de caer en el Pacífico.

Además de solicitar la reunión urgente del máximo órgano de la ONU, el gobierno de Corea del Sur ha reaccionado a la nueva prueba balística de Pyongyang desplegando cuatro cazas F-15K que lanzaron bombas sobre un objetivo situado cerca de la frontera desmilitarizada que separa a las dos Coreas (DMZ).

Portavoces de las fuerzas surcoreanas también han advertido que Corea del Norte se enfrentará a represalias si continúa con sus ensayos armamentísticos, y señalaron que el nuevo test supone "otra flagrante violación" de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Más presión sobre Corea del Norte

Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, mantuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump, en la que ambos acordaron ejercer aún más presión sobre Pyongyang tras su nuevo lanzamiento de un misil.

El de este martes es el decimotercer lanzamiento de un misil balístico por parte de Pyongyang en lo que va de año, el primero de los cuales, realizado el 4 de julio, llevó a que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara un paquete de nuevas sanciones contra Corea del Norte.

Concretamente, se ha disparado desde las proximidades de la capital norcoreana, es el primero desde 2009 que ha sobrevolado Japón, tras lo que recorrió una distancia superior a 2.700 kilómetros y cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros del cabo de Erimo, en el extremo nororiental del archipiélago japonés.

Este nuevo ensayo armamentístico ha tenido lugar después de que el sábado Pyongyang lanzara tres proyectiles balísticos de corto alcance a las aguas del mar de Japón, y tras probar el mes pasado dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM).