La revista Interviú, que ha tenido acceso al informe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre los atentados de Barcelona y Cambrils, documento fechado a 18 de agosto y que ha sido enviado al presidente del Gobierno, ha desvelado que el objetivo de los terroristas era incluso mayor.

Según el documento, los terroristas tenían pensado alquilar un “camión de alto tonelaje” y cargarlo con 250 bombonas de butano para perpetrar “un atentado en un lugar simbólico, supuestamente la Sagrada Familia”. Sin embargo, una serie de circunstancias acabaron por frustrar el plan original.

Interviú señala que los terroristas no pudieron alquilar un camión porque no cumplían los requisitos: se necesita un permiso C y al menos dos años de antigüedad. Por este motivo, los sujetos alquilaron tres furgonetas e iban a atentar contra tres objetivos, pero la explosión en Alcanar también cambió los planes de la célula.

Asimismo, en el informe del CNI se indica que el plan era continuar atropellando hasta el Monumento a Colón, unos 800 metros más abajo. Sin embargo, los cuerpos de las víctimas impidieron que la furgoneta pudiera avanzar.