El pasado 29 de junio, en un pleno celebrado por la junta, liderada por el presidente de Laboratorios Rovi, Juan López-Belmonte, el vicepresidente y Eduardo Pastor, vicepresidente de COFARES, la Cámara de Comercio e Industria de Madrid decidió engordar el listado de socios de la patronal madrileña CEIM, acordando que tres empresas que dependen de la Cámara al cien por cien se asocien a la institución.

Esta decisión, que fue ratificada por unanimidad, ha provocado las quejas de algunos de los miembros de la Cámara, que entienden que con ello se está financiando bajo cuerda a CEIM, ya que las cuotas que la Cámara tendrá que pagar asciende a 105.000€, una cantidad llamativa si se tiene en cuenta que el pasado ejercicio se cerró con unas pérdidas de 911.000€.

Empresas incorporadas

Desde la dirección de la Cámara todavía se recalca que esta decisión se tomó por unanimidad en el pleno y que la incorporación de las tres empresas a CEIM debe ser autorizada por la Consejería de Economía, Empleo y Hacienda.

Las tres empresas, el Consorcio entro de Laboratorios y Servicios Industriales de Madrid, Certificación y Confianza Cámara y Cámara Gestión Empresarial, serán las que entren dentro de la operación. Cada una de ellas tendrá que pagar 35.000€ anuales como cuota de CEIM.

Varios empresarios señalan que aún no saben “por qué se ha tomado esta decisión, teniendo en cuenta que la situación económica de la Cámara es delicada”. Apuntan también, a pesar de conseguir reducir las pérdidas, “se está regalando de esta manera 105.000€ a CEIM”.

Inyección económica para CEIM

Aunque la patronal madrileña tampoco pasa por su momento económico más álgido, es verdad que con estas nuevas incorporaciones se permitirá tomar bastante aire. De los dos millones de euros que ingresó en 2016, 1,3 millones proceden de las cuotas que pagan sus 200 socios, por lo que los 105.000€ que van a pagar las tres filiales de la Cámara suponen el 8% de lo hoy ingresa CEIM.

Por su parte, la Cámara tiene 530.000 empresas asociadas que no pagan ninguna cuota. De hecho, solo el 0,3% de sus ingresos procede de los asociados. En la práctica, la Cámara funciona como un colegio profesional, con funciones públicas pero sin financiación pública.