¿Conseguirá la tecnología terrorista sabotear nuestras redes eléctricas u otras infraestructuras vitales a través de internet? ¿Son los terroristas capaces de atacar multitudes con aviones no tripulados o drones que lleven granadas de mano o ántrax? ¿Y si hubiera un levantamiento masivo de fanáticos individuales que deciden atacar como se ha hecho hasta ahora?

Los escenarios son interminables y desconcertantes. Aun así, todos ellos han podido ser discutidos públicamente y, si los analistas y profesionales son capaces de pensar en ellos, no hay que descartar que los terroristas también lo hayan hecho.

Pocos pueden ser ignorados. Si los terroristas del 11 de septiembre hubieran sido arrestados una semana antes de su ataque, su plan no habría visto la luz. Lo mismo ocurre si trasladamos esto al 11M o, más recientemente, al atentado en Las Ramblas de Barcelona. ¿Y si se hubiera podido evitar?

El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kelly, advirtió que si los estadounidenses supiesen lo que él sabe sobre terrorismo, “jamás saldrían de casa”. Pero no por ello hay que dejar de mirar al futuro y tratar de solventar las vías que pueden llevar a evitar estas tragedias.

Observar la tendencia terrorista

Una de las formas de poder seguir la pista es observar las tendencias que experimenta el terrorismo en sí y ver a dónde pueden llevarnos.

La extrapolación no siempre funciona. Según los datos de la Global Terrorism Database sobre terrorismo, entre 1970 y 2001 las muertes en los peores ataques terroristas aumentaron en un orden de magnitud cada 10-15 años. Esto culminó con los ataques del 11 de septiembre, en donde murieron miles de inocentes.

Se supuso que, inmediatamente después del 11S, el terrorismo siguiera una escala ascendente por orden de magnitud, empujando el análisis hacia situaciones que implicarían decenas de miles o incluso cientos de miles de muertes. Una forma de plantear la muerte en escala sería con el uso de armas bioquímicas o nucleares, lo que se convirtió en una presunción y hasta ahora no ha ocurrido.

Tensión mundial

Otro método consistiría en examinar la relación entre los países de todo el mundo y la situación de todos los asuntos que existen entre medias, examinando la forma en que ello podría afectar a la trayectoria del terrorismo.

Por ejemplo, algunos analistas anticiparon correctamente que la invasión estadounidense de Irak acabaría movilizando nuevas cohortes extremistas y yihadistas, pero muchos creyeron erróneamente que el surgimiento de elementos anarquistas tras la crisis económica de 2008 podría elevar el bloque violento de la izquierda.

Se prevé que los conflictos en Siria y las zonas adyacentes seguirán siendo víctimas de futura violencia terrorista.

Analizar los avances terroristas

Hace años nuestra gran preocupación podría estar en los misiles tierra-aire, que los terroristas rara vez usaban, pero todo esto se ha encarrilado al mundo tecnológico. De hecho, todavía no somos conscientes de la fuerza que tiene internet en esta guerra que se está librando contra el terrorismo.

El mismo ISIS surgió a raíz de internet y utilizó la red para generar todo tipo de noticias y perfiles falsos que acabaron desembocando en lo que hoy en día es la banda terrorista: un modelo de reclutamiento y estrategia que manipula la percepción de las cosas y de la gente.

A día de hoy, gracias a los drones y a muchos expertos en terrorismo informático, se consiguen captar muchos de los movimientos que el ISIS realiza por internet.

Pensar como ellos

Es otra de las formas de evitar los fracasos de nuestra imaginación, pero los pronósticos son a menudo mal interpretados. Por ejemplo, en los años 80 pensaríamos que los terroristas podrían volar sobre nuestras ciudades en aviones secuestrados después de que en 1972 algunos secuestradores amenazaran con sobrevolar unas instalaciones nucleares en Oak Ridge, Tennessee (EEUU).

Cualquier revisión de los podríamos haber previsto es casi inútil. ¿Quién hubiera pensado hace 50 años que las décadas siguientes estarían manchadas por esta serie de atentados y que la situación en Siria y demás países orientales se agravaría? Uno de los acontecimientos más importantes del siglo pasado fue la Guerra de los Seis Días en 1967, que llevó a la ocupación israelí de Cisjornadania y, posteriormente, al surgimiento del terrorismo palestino.