La situación política en la localidad de Valdemoro (Madrid) sólo podría definirse como muy convulsa, y parece que lo va a ser más después del cambio de Gobierno que, si no hay sorpresa de última hora, se producirá este viernes.

La localidad madrileña, que estuvo dirigida durante años por el encarcelado Francisco Granados, es considerada uno de los epicentros de la trama Púnica y, después de 16 años de gobierno del Partido Popular, en las elecciones municipales de 2015 pasó a manos de Ciudadanos, siendo esta la localidad más grande que gobierna el partido de Albert Rivera junto con la andaluza Mijas.

El Consistorio salido de las últimas municipales fue un auténtico multicolor de partidos, con cinco concejales de Ciudadanos, otros cinco del PP, cuatro para PSOE y Ganemos ahora Valdemoro, tres para los independientes de Proyecto TUD, dos de Izquierda Unida y un concejal no adscrito.

Ciudadanos se hizo entonces con la alcaldía, ya que entonces tenía 6 concejales, pero, dos años después, la situación del municipio sigue estancada, tal y como denuncian desde el PSOE, el ocultismo, la soberbia del alcalde, el bloqueo institucional y falta de consenso y diálogo de Ciudadanos, han propiciado lo que parecía en principio algo muy remoto, un cuadripartito.

Moción de censura

Los tres partidos de izquierdas junto con el Proyecto TUD, una escisión del PP por las diferencias con la anterior gestión durante la crisis económica e institucional ante los casos de corrupción, llegaron a un acuerdo este mes de junio para presentar una moción de censura que arrebate la alcaldía a Guillermo Gross, actual regidor de Ciudadanos, y se la entregue al cuadripartito encabezado por Serafín Faraldos, actual portavoz socialista.

El que mañana, si todo sigue lo previsto, será nuevo alcalde de Valdemoro, ha atendido a ELPLURAL.COM para asegurar que esta moción servirá para “devolver a Valdemoro su buen nombre” ante el “bloqueo institucional desde la obcecación de Ciudadanos” cuya labor “no ha servido para afrontar los principales retos que tenía Valdemoro, después de la operación
Púnica”.

Faraldos explica que, desde el gobierno de Ciudadanos, que se ha erigido por la nueva forma de hacer política, ni se ha “afrontado la resolución de los contratos púnicos como se debiera”, incluso poniendo trabas a la oposición para acceder a la documentación.

La formación naranja, por su parte, ve la maniobra política como la llegada de “la izquierda más errática y radical que ha existido” en la localidad.

¿Habrá estabilidad?

El acuerdo firmado por las cuatro formaciones recoge medidas “muy concretas, con sus planes de acción específicos y sus fechas”, según relatan desde Proyecto TUD, formación que no entrará en el nuevo gobierno municipal, y que se dividen en tres grandes áreas: aclarar la situación de Valdemoro, tratar de resolver la situación de crisis económica y financiera y los problemas estructurales e intentar mejorar la organización del Consistorio.

Serafín Faraldos asegura que a este acuerdo se ha llegado “con mucho diálogo y anteponiendo Valdemoro” a los intereses partidistas, ante lo que da las gracias a las formaciones que apoyan la moción por haber sido “muy generosos” y “trabajado durante un mes con un pacto y una hoja de ruta firmada para estos dos años”.

Situación de quiebra

La situación financiera de Valdemoro no puede ser más preocupante. El Ayuntamiento tiene en la actualidad una deuda total de 130 millones de euros, de la que 82 millones corresponde a deuda financiera y 48 millones a no financiera.

La segunda corresponde a los pagos pendientes a proveedores, entre ellos empresas que gestionan servicios municipales, adeuda a otras administraciones, cuotas pendientes de la Tasa de Bomberos con la Comunidad de Madrid o el Consorcio Regional de Transportes.

Ante la imposibilidad de afrontar estos pagos, C's propuso acogerse a un período de carencia de tres años ofrecido por el Ministerio de Hacienda, al que también han intentado aferrarse otros municipios como Parla o Aranjuez, pero fue rechazado por la oposición.

El PP, que votó a favor de una segunda propuesta para refinanciar la deuda, llegó a pedir la dimisión de Guillermo Gross, tachándolo de responsable de "la situación de quiebra" del consistorio, ante lo cual, el PSOE acusó tanto a PP como a Ciudadanos de ser "cómplices" en la grave situación por la que atraviesa Valdemoro, acusando a los populares de "cinismo" por exigir ahora responsabilidades, cuando "fueron ellos los que robaron al pueblo y dilapidaron los ingresos municipales".