El chupinazo de los San Fermines de 2017 ha estado marcado por la polémica colocación de la ikurriña en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona después de que el Parlamento navarro derogase en primavera la Ley Foral de Símbolos.

La decisión la tomó el equipo de gobierno presidido por EH Bildu y la bandera fue colocada pocos minutos antes del chupinazo junto a la de Pamplona, España, Navarra y la Unión Europea.

Denuncia de la delegación

Pese al cambio legal, la Delegación del Gobierno precisó hace unos días que, a pesar de la modificación normativa, colocar la enseña vasca en el balcón del Ayuntamiento no es legal y, tras producirse este hecho, ha presentado un recurso contencioso administrativo, según ha informado en un comunicado emitido minutos después de ubicar la bandera.

A este recurso también se ha sumado el grupo municipal de Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyo portavoz, Enrique Maya, ha explicado que su grupo ha solicitado medidas “cautelarísimas para intentar lograr una resolución de urgencia que diga que no se puede colocar la ikurriña”.

Todas las sensibilidades

Ante la polémica generada y la decisión de la Delegación del Gobierno, el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha justificado la decisión en la derogación de la Ley Foral de Símbolos y que, “ahora mismo, en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona están representadas todas las sensibilidades que hay en Navarra, y eso es muy bueno”.

El alcalde ha subrayado también que un informe de los servicios jurídicos del Ayuntamiento señala que el actual marco legal no impide en absoluto la colocación de la ikurriña, tras lo que ha insistido en que la derogación de la ley de Símbolos tiene que "traer algo de esto".