“¿Cuántos metros podemos avanzar juntos? ¿Cinco? ¿Diez metros? No sé si podemos llegar a La Moncloa juntos, pero tenemos que intentarlo”. Con este alegato dirigido hacia Podemos y Ciudadanos regresó Pedro Sánchez al Congreso de los Diputados para presidir la reunión del Grupo Parlamentario Socialista donde solemnizaron la nueva dirección del Grupo. El secretario General del PSOE iniciaba así su hoja de ruta para desalojar al Partido Popular del Gobierno y emprender su camino dirección La Moncloa. Pablo Iglesias recogió aceptó la invitación y recogió el guante, pero la reacción de Albert Rivera fue bien distinta. Quien otrora firmara un acuerdo de investidura con Sánchez, rápidamente rechazó la sugerencia y buscó refugio en el seno de Mariano Rajoy.

El reelegido secretario general del PSOE invitó a “caminar juntos” a Podemos y Ciudadanos. Rivera respondió minutos después ya que, al igual que Sánchez, tenía reunión de su Grupo Parlamentario. Desde allí, fue tajante y advirtió a Sánchez de que no entrará en “bucle” ni mirará hacia el pasado. El salvoconducto que ofreció Rivera fue el de establecer una vía de diálogo para consensuar políticas y reformas concretas.

Siete días después, Pedro Sánchez llamó a Albert Rivera para concertar una reunión. La conversación telefónica duró apenas 10 minutos, lo que ya da una pista de cómo fue si la comparamos con la duración de la llamada del líder del PSOE con Iglesias, que se prolongó más de 30 minutos.

Fueron varias las aristas que tocaron Rivera y Sánchez: la reforma de la Ley Electoral, el objetivo de déficit, los Presupuestos, la limitación de mandatos, aforamientos… Ambos líderes se emplazaron a una reunión para estudiar los puntos en común y enarbolar políticas concretas. Eso sí, Rivera le trasladó que si su intención era buscar apoyo para presentar una moción de censura de la mano de Podemos y los partidos nacionalistas catalanes, no cuente con los naranjas.

Con este escenario como telón de fondo, Pedro Sánchez se reunió este martes con Pablo Iglesias y parece que la relación va viento en popa y a toda vela: el secretario general de Podemos no le ha presionado con otra moción de censura y han acordado configurar “grupos de trabajo” para articular una “mayoría alternativa” al PP revirtiendo sus políticas.

El encuentro entre Iglesias y el secretario general socialista se produjo poco antes de otra reunión con protagonistas bien distintos. Albert Rivera almorzó este martes con Mariano Rajoy en La Moncloa. Desde el equipo de Ciudadanos aseguran que la reunión ya estaba fijada antes de que Sánchez e Iglesias fecharan su cita y aseguran que fue por “iniciativa mutua”, sin desvelar quien llamó a quien.

En definitiva, los líderes de las formaciones que ocupan el espacio ideológico de la izquierda se reunían por la mañana y Rivera confirmaba su acercamiento a Rajoy a la hora de comer.

Cordones sanitarios

Albert Rivera ha querido recalcar que “queremos diálogo” y que “somos el único partido que practica el diálogo”. En este sentido, durante la rueda de prensa en la que presentó su ley sobre la gestación subrogada, insistió en que no es partidario de “cordones sanitarios”, erigiéndose implícitamente como el guardián de Rajoy.