El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha regresado este martes al Congreso de los Diputados para presidir la reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Un encuentro cuyo objeto era, además de tratar las propuestas que se debatirán, solemnizar la nueva dirección del Grupo, cuya nueva portavoz es la juez en excedencia –no militante- Margarita Robles. En su intervención inicial, Sánchez ha enviado un mensaje a Ciudadanos y Podemos:¿Cuántos metros podemos avanzar juntos? ¿Cinco? ¿Diez metros? No sé si podemos llegar a La Moncloa juntos, pero tenemos que intentarlo”.

De esta manera, el secretario general socialista ha anunciado que llamará a Pablo Iglesias y a Albert Rivera para concretar sendas reuniones, “por separado”, y alcanzar acuerdos a fin de revertir las políticas del Partido Popular. Una propuesta que ya ha recibido respuesta por parte de Pablo Iglesias.

El secretario general morado ha dicho minutos antes del inicio de la sesión plenaria que “espero que me llame” y que “es razonable que Pedro Sánchez y yo dialoguemos”. Además, ha mencionado que espera que sea “pronto” porque “hay muchas cuestiones que tratar”. De hecho, ha indicado que debería de dejar de ser noticia sus encuentros, ya que deberían mantener “reuniones” de manera más “frecuente”.

A diferencia de Albert Rivera, quien ha advertido a Sánchez de que no quiere entrar en “bucle” ni mirar al pasado, Iglesias si ha aceptado la invitación. Y es que, el debate de la moción de censura supuso un antes y un después en la relación entre PSOE y Podemos. El intercambio de halagos entre José Luis Ábalos, el portavoz provisional, y Pablo Iglesias, hizo que nos preguntáramos si la luna de miel ya había comenzado.