Este jueves se cumplen 40 años de la celebración de las primeras elecciones democráticas tras la dictadura en España. Tras cuatro décadas de franquismo se puso fin al periodo dictatorial mediante la denominada Transición. En este sentido, el recién reelegido secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha reivindicado el papel histórico de los socialistas en aquel momento en un artículo publicado en El Mundo bajo el titular de El PSOE siempre a la altura en el que insinúa que buscará “cuanto antes una amplia mayoría parlamentaria” para echar al PP con el apoyo de la “nueva política”, incluso antes de celebrar unas elecciones.

Lo más llamativo es que el flamante secretario general del PSOE haya elegido El Mundo para su primera tribuna tras la moción de censura, en la que además da la sensación de que responde al durísimo editorial de El País de ayer. El diario de PRISA criticaba “el abrazo de Podemos” al “nuevo PSOE” y aseguraba que “Iglesias ha logrado un triunfo al atraer al partido de Sánchez a un terreno donde puede controlarlo”.

Sánchez arranca mencionando las “dudas” que asolaron en la época de las primeras elecciones democráticas, ya que nadie tenía una fe ciega en que aquel ejercicio democrático supusiera la estructuración de una base que pudiera tener éxito “a medio o largo plazo”.

Las “elecciones de año 1977 marcaron el inicio del periodo de la democracia de mayor progreso”, afirma el secretario general, quien añade que se consiguió superar las diferencias gracias a un proceso de “diálogo, pacto y reconocimiento nacional”. Fruto de ese ejercicio, se construyó “una democracia europea moderna, sustentada en un Estado Social y de Derecho sólido y fuerte”.

El secretario general del PSOE asegura que nos encontramos ante una encrucijada política de “igual magnitud” ya que nuestra democracia requiere de una “urgente regeneración”. A su juicio, este nuevo “desafío” se ha producido por la respuesta “conservadora” a la globalización y la evolución tecnológica, que ha terminado por romper un “contrato social que necesita ser revisado” y fomentando la desconfianza en la clase política por la corrupción.

Pero el grueso del artículo, donde está el mensaje interesante, es en su llamamiento a la “nueva política”, a la que reprocha la “gran decepción” surgida de la moción de censura, “peleándose a garrotazos, mientras Rajoy sacaba réditos del espectáculo. Y les critica “los vetos, reproches y ataques entre los que se venían a llamar fuerzas del cambio son algo más que piedras en el camino de la regeneración democrática”.

Después les hace un llamamiento “me esforzaré para conseguir cuanto antes una amplia mayoría parlamentaria en el Congreso que desbanque al PP del Gobierno”. Eso sí, “si continúan los vetos buscaré decididamente ese apoyo mayoritario al cambio en las urnas”. Es decir, apuesta por una vía para echar al PP y gobernar que sea previa a las elecciones. Algo que sólo puede tener un nombre: moción de censura.