El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, optó por el cuerpo a cuerpo en el debate de la moción de censura presentada por Podemos. Sacó el colmillo parlamentario y desde el primer minuto de su réplica a la portavoz del partido morado, Irene Montero, tuvo una intervención durísima a medio camino entre la ridiculización de la iniciativa, el desprecio al fondo del discurso y la defensa férrea de sus políticas. Rajoy jugó además con la sorpresa dado que tan sólo 24 horas antes, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciaba a los medios que el presidente les había ordenado "estar preparados por si tenían que intervenir". Cuando Montero llevaba media hora de discurso, ya se extendió por el Congreso el rumor de que Rajoy saldría a replicar, no ya a Iglesias, sino a la portavoz. Había incredulidad entre los periodistas y revuelo cuando Rajoy subió por primera vez a la tribuna.

"Vituperios" en "una parodia de censura"

Fiel a su estilo, Rajoy tiró de ironía nada más subir a la tribuna de oradores: felicitó a Montero por su "amables" palabras y por el análisis "ecuánime, equitativo, moderado" de la situación de España. Arrancaban los primeros aplausos de los diputados populares.

Rajoy tiró también del castellano antiguo. Definió las críticas de la portavoz de Podemos como "vituperios" y, acto seguido, entró a devaluar y ridiculizar la moción de censura de la que le "sorprendieron" tres aspectos:

1) Anunciaron una moción "que ni siquiera contaba con candidato". Y remató "para perder cualquier candidato les vale, incluso usted señor Iglesias"

2) Segunda sorpresa: "se presenta una moción de censura, pero se nos advierte que no va en serio. Una moción para derribar al gobierno que no derribará al gobierno". Acto seguido se preguntó "¿Se presenta esto para afear la conducta del Partido Socialista? Ahí ya me pierdo", dijo Rajoy quien remató:  "No me extraña que hasta sus socios de compromís les hayan sugerido piadosamente que retiraran la moción de censura"

3) Tercera sorpresa: se presenta una moción de censura a un Gobierno "que no tiene más que siete meses de vida. Y en ese tiempo no hemos podido llevar a caba todas las tropelías que nos atribuyen. No somos tan eficaces"

El remate a esta 'introducción' fue una cita de Quevedo y un ataque frontal: "El exceso es el veneno de la razón" (cita a Quevedo) para añadir que lo que se debatía en el Congreso era "una parodia de censura, una moción de fogueo" y que se comprendía que "para esta farsa con aires de moción de censura no necesitaban un candidato".

El día en el que Rajoy habló más de corrupción

Rajoy quiso demostrar que cogía el toro por los cuernos y en este discurso fue en el que más habló de corrupción desde que es presidente del Gobierno, "un asunto lo suficientemente grave como para no banalizar" dijo. "No les negaré que, en el PP, como en otros partidos, ha habido casos de corrupción", dijo, para ir directo a donde más le puede doler a Podemos: "El PP no es un partido corrupto y por eso los españoles nos votan. Y en junio pasado, mientras ustedes perdían un millón de votos, nosotros teníamos 800 mil más".

"En España hay personas corruptas, demasiadas, pero España no es corrupta" sentenció, para pasar a relatar las medidas adoptadas por su Gobierno en la lucha contra la corrupción.

"Garabato de grafitero"

Rajoy utilizó una metáfora de dos palabras para ningunear la moción de censura de Podemos y, de paso, definir la estrategia política de los morados. "Garabato de grafitero". Descalificaba con despreció tanto la moción de censura como a Pablo Iglesias con una imagen para aquellos ciudadanos que ven a Iglesias más haciendo un graffiti que un discurso en el Congreso.

Tras relatar los "logros económicos" de su Gobierno arremetió directamente a la yugular de los firmantes de la moción de censura que a juicio de Rajoy: "ha de parecernos pintoresca, por no decir chusca” dado que no presenta candidato, no tiene apoyos y se presenta a un gobierno de solo 7 meses.

Rajoy se guardó para la recta final de su primera intervención hurgar en la herida que más duele en Podemos, los resultados electorales dado que en las tres últimas convocatorias ganó él: " PP ganó las elecciones, ustedes intentaron que el PP no formara gobierno, se convocaron elecciones y el PP las volvió a ganar y mientras ustedes con Izquierda Unida perdían un millón de votos, el PP obtuvo 800.000 más".

Y para terminar: "Personalmente no me merezco una moción de censura”, “España gana y ustedes pierden". Y así volvió al escaño dispuesto a replicar dos veces más a Irene Montero y a Iglesias.