El Día D se acerca. Este martes 13 de junio se celebra el debate sobre la moción de censura que ha presentado Podemos contra Mariano Rajoy. Los focos están listos, los partidos han diseñado sus estrategias y ya han escrito sus guiones para adueñarse de la escena. Lo importante no es la moción per se, se sabe que nació muerta puesto que no tiene recorrido político, no tiene los apoyos parlamentarios necesarios. El pleno de mañana consiste en una escenografía dispuesta por los morados para enfrentar dialécticamente a Pablo Iglesias con Mariano Rajoy. Ya conocemos la estrategia de Podemos, atacar al PP por la corrupción y los recortes económicos y sociales, pero, ¿cómo enfoca la formación popular la contienda?

Según establece el Reglamento del Congreso de los Diputados, la apertura del debate de la moción le corresponde a uno de los firmantes de la iniciativa, quien hará las veces de telonero del plato fuerte, el candidato, quien debe exponer su programa. La portavoz de Podemos, Irene Montero, será la encargada de abrir la lata y arremeter con dureza contra el PP, mientras que Pablo Iglesias, adquirirá un perfil más bajo puesto que, tal y como establece el Reglamento, deberá presentar su programa. La estrategia es clara: Montero abrirá la herida e Iglesias será el bálsamo sanador.

Frente al circo, la sensatez y seriedad

El Partido Popular sabe que la moción no prosperará, pero no por ello le restan importancia. Las fichas han sido colocadas sobre el tablero para que el ganador sea moral y no formal. Por ello, los de Rajoy se han preparado el debate a conciencia. La cúpula dio instrucciones a los ministros para que estén preparados para intervenir en cualquier momento. Rafael Hernando será el encargado de llevar la voz cantante y Soraya Sáenz de Santamaría también adquirirá un papel fundamental, pero todos ellos serán el preludio del acto principal. El presidente del Gobierno intervendrá al menos una vez, y Podemos sospecha que, gracias a la interpretación de Ana Pastor del Reglamento, Rajoy podría cerrar el debate.

La táctica es clara: Hernando será el dique que contenga las embestidas de Montero, quien será mucho más agresiva que Iglesias, y Rajoy responderá al secretario general morado. El presidente del Gobierno recurrirá a la seriedad, sensatez y su particular socarronería gallega para desacreditar a Iglesias.

El objetivo es culpar a Podemos de organizar una moción circense cuyos objetivos distan de reprobar a Rajoy. El PP jugará la baza de que el debate es tan solo un “numerito de Iglesias” para presionar al PSOE, desgastar al Gobierno y copar portadas.

Frente a Podemos, el partido que no tiene propuesta y que se dedica a utilizar las instituciones para ganar impulso mediático -según el argumentario del PP-, la seriedad y la sensatez de Rajoy.

Hernando-Montero, el verdadero duelo

Pablo Iglesias tiene que presentar su programa de Gobierno alternativo, por lo que su intervención quedaría reducida a la exposición de propuestas; y su homólogo del PP, no entrará en batalla de manera agresiva. Rajoy hará alarde de su ya famosa sorna para desmontar a Podemos.

Por este motivo, se espera que Montero y Hernando sean los protagonistas indiscutibles del intercambio de golpes retóricos de una moción de censura que no es más que una escena que convertirá el Congreso en un ring de boxeo.