Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes, Baréin, Yemen, Libia y Maldivas han comunicado que rompen unilateralmente las relaciones diplomáticas con Qatar, al que acusan de apoyar al terrorismo. Así lo han anunciado los ministros de exteriores saudí y egipcio pocas horas después de una reunión entre ambos representantes.

La capital de Arabia Saudía, Riad, ha justificado el bloqueo mencionando que se han producido "violaciones graves de las autoridades de Doha, en privado y en público, en los últimos años con el fin de romper la unidad interna saudí, incitar al abandono del Estado, poner en peligro su soberanía y la adopción de organizaciones terroristas (...), entre ellas los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico y Al Qaeda". 

Y las consecuencias no han tardado en llegar. Abu Dabi -capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU)- ha dado 48 horas a sus diplomáticos para abandonar el país, la compañía aérea Flydubai ya ha suspendido todas sus rutas entre Riad y Doha (capital de Qatar), Qatar Airways ha hecho lo propio y la compañía Emiratos Árabes ha anunciado que tiene previsto tomar las mismas medidas. Todo esto puede tener consecuencias a nivel mundial, y nunca mejor dicho.

Y es que, en 2010 Qatar se impusiera a ciudades como Australia, Japón o Estados Unidos y fue designada sede oficial del Mundial de fútbol 2022. Una decisión muy polémica desde el principio puesto que Qatar no contaba con la infraestructura necesaria, máxime teniendo en cuenta que es la primera vez que este acontecimiento deportivo no se jugará en verano sino en invierno a fin de evitar las altísimas temperaturas qataríes. Concretamente, el Mundial se jugará entre los días 21 de noviembre y 18 de diciembre.

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar ha asegurado en un comunicado que "estas medidas no están justificadas y se fundamentan en calumnias, que no se sostienen sobre ninguna evidencia".