Este viernes comparece en la Asamblea de Madrid la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes. En concreto, lo hará en la Comisión de Investigación sobre la Corrupción Política en la Comunidad de Madrid para dar cuenta de la adjudicación de los contratos de la cafetería del Parlamento autonómico en los años 2009 y 2011 al grupo Cantoblanco del empresario Arturo Fernández.

Este órgano fue creado en 2015 a propuesta del líder de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, para “determinar las responsabilidades políticas” de los dirigentes del Partido Popular en los casos Gürtel y Púnica, que surgieron durante los gobiernos de Esperanza Aguirre e Ignacio González desde 2003.

La propuesta rápidamente contó con el apoyo de Podemos y PSOE por lo que el Gobierno de Cifuentes no tuvo ninguna opción para oponerse por lo que el 21 de julio de 2015 se aprobó su creación para “determinar las responsabilidades políticas en las que pudieran haber incurrido altos cargos de la Administración madrileña (…) en relación con casos de corrupción organizada conocidos en la Comunidad de Madrid durante las últimas dos legislaturas o por conocer en el tiempo que duren los trabajos de esta Comisión”.

La Comisión está compuesta por un total de 18 diputados, seis de ellos del PP, cinco del PSOE, cuatro de Podemos y tres de Ciudadanos, y presidida por la diputada naranja Dolores González Pastor.

Grandes comparecencias

La actividad de este órgano ha sido frenética desde que se creó, especialmente teniendo en cuenta que se han ido sumando a ella todas las informaciones sobre corrupción en la Comunidad de Madrid que se han ido conociendo en los últimos meses, con la operación Lezo a la cabeza.

Por ella han pasado rostros tan conocidos de la política madrileña como al encarcelado expresidente Ignacio González, a Francisco Granados desde la cárcel o a Esperanza Aguirre, entre otras caras conocidas del Partido Popular que ha gobernado la Comunidad en los últimos años.

La chulería de Granados

Uno de los momentos que los diputados de la Comisión más recuerdan en cuando Francisco Granados, mano derecha de Esperanza Aguirre durante sus gobiernos y ahora en la cárcel que él mismo inauguró, realizó desde prisión una bronca y mil veces cortada comparecencia.

La presidenta de la Comisión y los diputados que preguntaban intentaron reiteradamente que Granados no se fuese por las ramas. “Una cosa es contestar a las preguntas y otra es que me suelte el mitin” llegó a afirmar el portavoz de Ciudadanos. La presidenta tuvo que cortar varias veces a Granados, incluso retirándole el sonido de su videoconferencia hasta en dos ocasiones.