El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha sufrido el impacto indirecto de un huevo que alguien ha lanzado durante la manfiestación de taxistas en Madrid. Iglesias había salido del Congreso de los Diputados para saludar a los manifestantes, dentro del apoyo que Podemos está blindando a sus demandas frente a “la privatización” de Uber y Cabify.

El impacto ha sido de rebote y la mayor parte se la ha llevado el presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, junto al que se encontraba. Pero el lanzamiento en parábola, y desde lejos, le ha salpicado a él y a otros dirigentes de Podemos, como el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafael Mayoral, y el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.

Sin embargo, Iglesias se lo ha tomado con humor, tal y como ha demostrado en un tuit, después, donde ha manifestado que “me ha hecho un huevo de ilusión acompañar hoy a los taxistas en defensa de los servicios públicos y contra la privatización".