El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha solicitado oficialmente a la Audiencia Nacional declarar por videoconferencia como testigo en el juicio a la primera época de la trama Gürtel. En el mismo documento, al que ha tenido acceso ELPLURAL.COM, desde Presidencia del Gobierno se pide que la declaración tenga lugar los días 26 o 27 de julio.

Con estas peticiones, Rajoy busca ocultarse doblemente ante el foco mediático para evitar la imagen histórica que sería ver a un presidente del Gobierno declarando ante un tribunal que juzga delitos de corrupción.

Tras el plasma

Desde el Palacio de la Moncloa aseguran que “la comparecencia Física del presidente del Gobierno ante el Tribunal, teniendo que trasladarse a San Fernando de Henares”, lugar donde se encuentra el bunker de la Audiencia Nacional donde se juzga el caso, “implicaría un despliegue importante de recursos públicos, siendo más conveniente la videoconferencia”.

Tanto desde el PP como desde Presidencia del Gobierno se quiere evitar por todos los medios con esta justificación la imagen del 'paseíllo' de todo un presidente del Gobierno entrando en la Audiencia Nacional.

Mientras que ADADE, acusación popular que pidió la declaración de Rajoy, sólo pidió que no declarase por carta, desde el Partido Socialista valenciano, otra de las acusaciones populares, defendieron que el presidente del Gobierno acudiese ante el tribunal ya que, “si entre sus actos institucionales algunos implican un traslado del despacho oficial a sedes mercantiles para participar en jornadas, en asambleas o en entregas de premios, con mayor razón puede y debe desplazarse a la Sede del Tribunal”, lugar que, además, “desde el punto de vista de la seguridad, cuenta con mayores garantías que las que pueden ofrecer otros lugares a los que asiste el presidente (hoteles, Casino de Madrid, etc.)”

En plenas vacaciones

Las fechas propuestas para la declaración de Rajoy son una estrategia más para llevar a cabo esta ocultación ante la opinión pública. Si se acepta su petición, Rajoy responderá a las preguntas del tribunal, ya sea por plasma o presencial, en la última semana de julio y justo después de la fiesta de Santiago Apostol, cuyo día es no laboral en las comunidades autónomas de Galicia, País Vasco, Navarra y las Islas Canarias.

Esta estrategia de comparecer en mitad de las vacaciones de la mayoría de los españoles también fue utilizada por Rajoy en 2013 cuando acudió al Congreso el 1 de agosto para dar explicaciones por los SMS enviados al extesorero del PP, Luis Bárcenas, cuando ya estaba siendo investigado por la financiación irregular del Partido Popular.

Veremos si esta vez la estrategia de comunicación de Mariano Rajoy le vuelve a salir bien o si el tribunal le hace acudir sí o sí a la Audiencia Nacional. Pase lo que pase, el día en que la declaración ocurra quedará dijado como la primera vez que un presidente del Gobierno tuvo que declarar en un juicio en el que se investigan grabes acusaciones de corrupción dentro de su propio partido.