Francisco Granados ha explicado su vinculación con la cuenta que dio el pistoletazo de salida del Caso Púnica. Esta cuenta 'tiene la culpa' de que aún se le acuse de prevaricación, cohecho, blanqueo, tráfico de influencias, entre otros delitos. Según se puede escuchar en los audios del caso, publicados por El Mundo, Granados abrió la mencionada cuenta "con el dinero que me dio mi padre", donde el guardó el dinero que ganó en Societé Generale.

"Abrí una cuenta en Ginebra en el banco Credit Lyonnais en el año 94 creo recordar, y en el año 99 como consecuencia de que el gestor se cambió al banco Paribas, trasladé mis fondos a Paribas", declara Granados, aunque continuaba recordando que ese año ganó las elecciones a la alcaldía en Valdemoro y "solicité el cierre de la cuenta". No obstante, asegura que el banco le dijo "que era muy complicado" cerrar la cuenta y devolver los fondos. Por lo tanto, reconoce que en el año 2000 firmó "el traspaso de la titularidad de esa cuenta a otra persona".

Velasco le pregunta por la identidad de la persona, algo que no ocultó Granados. "David Marjaliza Villaseño", declara sin titubear el que fuera número dos de Esperanza Aguirre. "Se me reembolsaron 340.000 euros", aunque afirma que "me olvidé de esa cuenta" y no volvió a hacer ningún ingreso hasta 2006, cuando Marjaliza "me comunica que quiere transferir su dinero a otra entidad que no sé cual es, y que el banco Paribas le pedía mi firma". Granados se sorprendió porque "pensaba que yo ya no figuraba ahí", pero reconoce que firmó otros papeles "siempre en blanco", dado que en los bancos suizos "nunca firmas los impresos rellenos y hasta ahí, señoría". 

El juez le pregunta por el origen de los fondos de un movimiento registrado en una cuenta que usaría Marjaliza como testaferro suyo en julio de 2007 por un valor de 1.666.000. Granados responde que no puede tener conocimiento de esta transferencia. Velasco continúa y le pregunta si ha ordenado o ejecutado esta transacción por mediación de Marjaliza, pero se encuentra con la negativa de Granados, que asegura que "no he ordenado nada que yo sepa, vamos".