Carme Chacón fue una excelente persona y una política valiente, que llevó su buen hacer a los cargos que le encomendaron. Lo sabemos quienes hemos seguido de cerca su trayectoria. Tras su fallecimiento, esta idea la compartimos muchos, ahora. Antes, no tantos.

Como ministra de Defensa, Carme Chacón llegó al cargo con un embarazo avanzado, que hizo refunfuñar a más de un mando militar. En 2008, cuando viajó a Afganistán, a poco más de un mes de dar luz, le desaconsejaron el uso del chaleco antibalas. “¿No conocéis a ningún hombre con barriga mucho mayor que la mía?”, espetó la ministra. Y es que, a los que vivían de recuerdos del dictador, no les gustó ese nombramiento de Rodríguez Zapatero. La criticaron por su discurso sobre la igualdad. Decían que solo se comunicaba con su círculo ministerial más cercano.

 Los que vivían de recuerdos del dictador, no les gustó ese nombramiento de Rodríguez Zapatero. La criticaron por su discurso sobre la igualdad

En su despedida, Rajoy Brey ha dicho de ella, “era una gran política con sentido de Estado”, y "su incansable dedicación, su demostrada capacidad y su sentido del deber han sido señas de identidad de una carrera política que quedará para siempre en nuestra memoria”. Pero cuando ella, ocupaba la cartera de Defensa le acusó de hacer unas declaraciones “indignas, abyectas y viles” sobre la sentencia del Yak 42. "Los verdaderos responsables están ahí sentados", había dicho Chacón, mirando a Federico Trillo, que ocupaba un escaño en el Congreso.

La ministra, María Dolores de Cospedal, le ha presentado sus respetos como española, como mujer y como ministra de Defensa, “fue muy valiente”, ha subrayado. Algo que nada tiene que ver con aquel bochornoso fotomontaje hecho en las redes sociales por una política mallorquina del PP, Francisca Pol, que se inventó una teta al aire en una foto de la ministra junto a su plana mayor en Afganistán.

Sí, es cierto, Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, que Chacón fue una gran política. Como lo es también que, cuando uno está ante lo irremediable, los lamentos frente a un pasado de críticas, es poco edificante. Recuerda las lágrimas de los cocodrilos.