En apenas unos años, Ricardo Sáenz de Ynestrillas pasó de ser secretario nacional de Acción Política de La Falange y uno de los dirigentes más reconocidos de la extrema derecha de nuestro país, a militante convencido de Podemos. En una entrevista concedida a ELPLURAL.COM, el hijo del comandante al que ETA asesinó en 1986 asegura que con el tiempo se dio cuenta de que nada tenía que ver con “la amalgama de frikismo reaccionario y folclórico y de fascismo trasnochado” que le rodeaba.

Una transición, de la extrema derecha a votar a Pablo Iglesias, que no le ha salido ‘gratis’ a Ynestrillas: “He sufrido vejaciones, difamaciones múltiples, todo tipo de injurias y calumnias de fanáticos”, explica.

Además, el pasado viernes tuvo que verse la cara en los juzgados con José Luis Roberto,  abogado valenciano y presidente de la formación ultraderechista España 2000, que le denunció a raíz de las graves acusaciones que lanzó en su libro ‘La Reconquista del Estado’ (editorial Sepha).

¿Cómo le ha ido el juicio con José Luis Roberto? ¿Se arrepiente de haber llamado ‘capo mafioso’, ‘proxeneta’ o ‘confidente del Gobierno’ al abogado valenciano y presidente de la formación ultraderechista España 2000?

Bueno, nunca se sabe cómo ha ido hasta tener la sentencia. En todo caso, cuando se va con la verdad por delante uno no tiene nada que temer. Es sorprendente que José Luis Roberto se haya querellado contra mí y contra mi editor, pero no contra el autor real de las afirmaciones que recojo en mi libro: Juan Manuel Crespo Ortiz. Este tipo fue ‘mano derecha’ de Roberto durante casi una década y es quien tuvo acceso a toda la información, con pelos y señales, nombres y apellidos, de los numerosos delitos supuestamente perpetrados por José Luis Roberto y sus entramados político/empresariales durante todo ese tiempo. Es él quien facilita y aporta los datos. Así como otros exempleados suyos a los que tuve acceso y me confirmaron lo narrado por Juanma Crespo. El propio Roberto ha salido en innumerables programas de televisión como responsable de ANELA, la patronal de la prostitución en España, que camufla bajo apariencia de legalidad y asistencia a las prostitutas, cuando lo único que le interesa es el dinero y el poder que desempeña en la Comunidad Valenciana. Y esto es solo la punta del iceberg. Lo que desvelo en mi libro ‘La Reconquista del Estado’ (editorial Sepha) es ‘vox pópuli’ en Valencia, y aun en el mundillo facha, es un secreto a voces ante el cual pocos se han atrevido a poner nombre y apellidos a sus fechorías y ponerlo negro sobre blanco en un libro. Pero hay casos. Por poner un ejemplo, el de Antonio Salas en su obra ‘El año que trafiqué con mujeres’, o el de Joan Cantarero en ‘Los amos de la prostitución en España’, libro que recoge cuatro años de intensa investigación periodística dentro de la ANELA.

Así que no puedo arrepentirme de haber contribuido a desenmascarar a tanto farsante sin escrúpulos como existen entre los dirigentes de la extrema derecha española, fundamentalmente en Valencia donde la impunidad es realmente asombrosa.

José Luis Roberto no fue el único que salió mal parado en su libro, ‘La Reconquista del Estado’, por el que afronta este proceso judicial. Sin ir más lejos, en la obra calificaba de “friki-fachas a muchos de los activistas de extrema derecha. ¿No se arrepiente haber hablado tan mal de sus excompañeros de ‘batallas’?

Insisto en que no puedo arrepentirme de desenmascarar impostores, personas de mala fe  con peores intenciones que utilizan la política y a los ingenuos bienintencionados que se acercan a ellas con el único propósito de forjar fortunas o aparente poder. Personas que trabajan para Interior y que gozan de una especie de inmunidad absoluta para hacer y deshacer sin consecuencias, incluso para ir armados a tomarse copas. Sinvergüenzas sin escrúpulos que estafan a ancianos simpatizantes o son testaferros de estafadores de altos vuelos. O católicos recalcitrantes pretridentinos con ciertas inclinaciones por los adolescentes. Me repugna ese mundillo del que, afortunadamente, ya no formo parte porque decidí mandarlo a paseo siendo secretario nacional de Acción Política de La Falange. Lo he vivido y sufrido durante décadas y he tratado de combatirlo desde dentro durante años hasta que me he convencido de que es imposible vencerlo interiormente porque está podrido hasta la médula.

¿Por qué dejó de ser Ynestrillas de extrema derecha?

En principio te diré que nunca me consideré de extrema derecha. Esto no era una pose sino un convencimiento profundo a nivel doctrinal, de principios y valores. Cuando no se comparten ninguno de los postulados de la derecha -ni en lo nacional, ni en lo social, ni en lo político, ni en lo económico-, es imposible ser extremista de la derecha. Y desde siempre me he preocupado de dar mensajes de reivindicación social y política que nada tuviese que ver con la derecha y tampoco con el franquismo o la nostalgia, entre otras cosas porque yo no lo viví. Pero cuanto más estudio ese período más me brota un profundo y sincero aborrecimiento interior. Durante años me he engañado pensando que los ramalazos extremoderechistas que tenía alrededor y que en muchas ocasiones combatía con formación y compromiso social, eran cosa de unos pocos, que podría modificarse con el mensaje y la actitud, pero era un error. Porque si todo lo que a uno le rodea tiene que ser cambiado para adaptarse a las aspiraciones políticas propias, quizá es que el que sobre sea uno mismo, y no todos los demás que se encuentran tan a gusto formando parte de la reacción más carca. 

Cuando uno se dedica a la política por vocación, actuando por compromiso con la sociedad y con su pueblo, sin ganar nada y perdiéndolo todo a cada vez,  tiene la obligación de preguntarse constantemente si está en el camino correcto; si se hace acompañar de la gente adecuada y si el mensaje que defiende, desde esa concreta ubicación que uno tenga, es entendido y comprendido, o es absolutamente desvirtuado por toda la amalgama de frikismo reaccionario y folclórico y de fascismo trasnochado que lo rodea. Plantearse una y otra vez cada punto y cada coma para crecer interiormente, para tratar de que el mensaje se escuche nítido y sin deformaciones, para adaptar ese mensaje, a veces influido por el entorno sin darse cuenta, al verdadero pensamiento interior de uno sin hacer concesiones de cara a la galería para lograr el aplauso fácil de un público lleno de prejuicios, de odio guerracivilista y de auto represión. Tentaciones a las que uno cede en ocasiones llevado por la dinámica de los acontecimientos, por su vorágine, por lo que mamó desde niño... Y cuando uno reflexiona constantemente, al final, tras muchos años de frustración e incomodidad política por desubicación y absoluta falta de comunión de ideales, tiene que marcharse porque no tiene nada en común con ese mundillo, ni con esa forma de hacer política, ni con ese biotipo humano que puebla sus organizaciones, y menos aún con sus dirigentes.

¿Qué queda de ese Ynestrillas que militaba en organizaciones neofascistas y se dedicaba a defender un nuevo golpe de estado militar en España, la expulsión de los inmigrantes y mostraba su rechazo hacia los homosexuales e izquierdistas?

Tu pregunta contiene un error de principio: se basa en lo que ha venido apareciendo históricamente en esa suerte de pseudo enciclopedia que se llama Wikipedia y que puede hacer cualquiera. Yo mismo he intentado cambiar ciertos aspectos de mi “biografía” en la Wikipedia durante años, pero al rato volvía a estar igual. La realidad es que yo nunca he apoyado el golpe de Estado, más allá de la simpatía personal que pude sentir por los compañeros y amigos de mi padre cuanto tenía 15 años. Jamás estuve a favor de la expulsión de inmigrantes sino de controlar el fenómeno masivo de la inmigración ilegal porque yo era nacionalista entonces. Y es verdad que eso se cura viajando. Viajando y buscándose la vida en el extranjero donde el inmigrante ilegal eres tú (como cuando estuve viviendo durante años en varios países de Latinoamérica), y donde ponerte en su piel te coloca en la realidad que se ven obligados a sufrir cada día. Tampoco rechazo a los homosexuales ahora, aunque en realidad, fuera de cuatro poses “de cara a la galería” como antes decía, tampoco en lo privado los rechazaba antes. Y a la izquierda la he combatido igual que a la derecha desde muy joven, aunque jamás trascendió tal equidistancia.

Mi posición se ha ido con los años esculpiendo sobre la base de la profundización de mi doctrina hacia un falangismo de izquierdas, en consonancia con la fenecida Auténtica (falangismo antifranquista y socialista) de finales de los 70, y con el mensaje primigenio de un José Antonio que buscaba el acercamiento a los grupos anarcosindicalistas de la CNT, o del Partido Sindicalista de Ángel Pestaña. Hoy día, salvo matices en los que no coincido, creo que en Podemos es donde se da esa mayor proximidad con mi pensamiento, aunque se me queda corto en las reivindicaciones más necesarias y revolucionarias, hacia la izquierda, que debería asumir como propias y que la Auténtica ya llevaba en su mensaje en los 70 (nacionalización de la banca y los sectores estratégicos, autogestión, República, estado federal desde el municipio y la comuna, la tierra y la empresa para quien la trabaja, etc.).

Usted ha denunciado que existe un trato muy estrecho entre la extrema derecha y el Partido Popular. ¿Tiene pruebas de esta supuesta conexión? ¿Para afirmarlo se basa en sus vivencias?

Me baso en mis vivencias (más de 30 años de militancia lo corrobora). Y también en pruebas que pongo de manifiesto en mi libro ya citado “La Reconquista del Estado”, concretamente en Valencia.

¿Ha recibido amenazas después de abandonar la extrema derecha? En caso afirmativo, ¿cómo han sido estas amenazas?

Más que amenazas como tales han sido insultos, vejaciones, difamaciones múltiples, todo tipo de injurias y calumnias de fanáticos amparados por el anonimato de un ‘nick’ en internet. Nada a lo que darle importancia más allá de las náuseas que me provoca.

¿Cómo se pasa de ser líder de los ‘fachas’ a militante de Podemos?

Tras un proceso de evolución y crecimiento permanente, de décadas, y de reflexión constante que me lleva al convencimiento de que no estaba en el lugar que me correspondía por mi pensamiento, aspiraciones políticas y forma de ser, en cuanto a principios y valores. Cuando uno descubre y asume sus propios errores trata de enmendarlos buscando una ubicación más afín. Y todo ello sin ganar otra cosa que enemistades, problemas y descrédito, pero también coherencia y autenticidad.

En su día se publicó que a los dirigentes de Podemos no les hizo mucha gracia su acercamiento al partido. ¿Le consta que fue así?

En realidad no, porque ninguno se ha dirigido a mí personalmente. Sé que han utilizado mi adhesión como excusa para descalificar a Podemos, pero igual que antes lo hicieron para descalificar a UPyD o a la Falange Auténtica. Como si yo no pudiera tener preferencias o formarme opiniones sobre los asuntos políticos que nos afectan a todos. Nada nuevo bajo el sol.

¿Participa activamente en Podemos? ¿Vota en las primaras, participa en los círculos…?

Sí. He votado en todas las elecciones internas además de en las generales, europeas  o municipales…En los círculos aún no he participado personalmente por falta de tiempo.

‘Errejonista’, ‘pablista’ o ‘anticapitalista’. ¿De quién es Ynestrillas?

Ynestrillas es de sí mismo y del convencimiento profundo y sincero que me dan mis conocimientos y experiencia política, mis reflexiones personales y el estudio de los programas y seguimiento de la actualidad y los debates televisivos. Si la pregunta es a quién he votado te reconoceré que a Pablo Iglesias, porque me parece el más carismático y mejor comunicador, además del más sincero.

Como víctima de ETA, ¿qué le pareció el anuncio de su desarme?

Una tomadura de pelo más como las que llevan haciendo durante años con su declaración de tregua unilateral, su anterior desarme vergonzante o su abandono de la lucha sin entregar todos sus locales, zulos y arsenales; sin entregarse a las autoridades y sin pagar sus responsabilidades por tantos ríos de sangre inocente e inútil además de pedir y demostrar un perdón sincero a sus víctimas y al pueblo español.

¿Qué relación mantiene con la izquierda abertzale? ¿Ha tenido oportunidad de hablar con Otegui o algunos de sus líderes?

Ninguna. Nunca he tenido tal oportunidad. Y tampoco veo muy bien a dónde nos conduciría. En realidad, ellos son nacional socialistas. Se sienten superiores al resto de los españoles con argumentos racistas y xenófobos y entienden que por ello son merecedores de prebendas…

El nacionalismo es el individualismo (léase egoísmo) de los pueblos y siempre persigue prebendas y privilegios con argumentos deplorables e injustificados. Todo nacionalismo (también el español, no confundir con patriotismo), es deplorable.