ETA hará público un anuncio relativo a su desarme, que se materializá con la entrega de una lista de zulos y de sus armas, según ha asegurado en una entrevista al diario francés Le Monde el militante de la organización medioambiental francesa Bizi, Txetx' Etcheverry.

La iniciativa de ETA  se llevaría a cabo con la ayuda de personas de la sociedad civil francesa vinculadas a éste y otros movimientos de izquierda y próximas a las cinco pesonas detenidas el pasado 16 de diciembre en la localidad vascofrancesa de Louhossoa, cuando pretendían rodar un vídeo sobre la destrucción de armas de la banda terrorista y entre las que se encontraba el militante que ha concedido la entrevista al diario francés. El desarme sería efectivo el ocho de abril.

Etcheverry ha indicado en su entrevista que falta por cerrar cómo se entregarán las armas a las fuerzas de seguridad y qué organismo internacional participará en el control del proceso. En anteriores ocasiones en las que ETA ha entregado armamento ha sido bajo la supervisión de la Comisión Internacional de Verificación, un colectivo creado ad hoc para el desarme de la banda y formada por mediadores internacionales.

La forma en la que ETA ha comunicado su decisión de desarme ha sorprendido por su falta de solemnidad. En ateriores ocasiones, son muy recordados los extensos comunicados de la banda en el diario Gara o los vídeos de miembros de ETA encapuchados y compareciendo con el escudo del grupo detrás.


El fin de la violencia llegó con Zapatero
En octubre de 2011, ETA anunció el "cese definitivo" de la violencia después de 43 años. José Luis Rodríguez Zapatero, aún en a Moncloa, en una emotiva intervención lo calificó de "histórico" y lo atribuyó al esfuerzo de todos los gobiernos democráticos, a las Fuerzas de Seguridad, a la colaboración internacional, especialmente la francesa, a la unidad de los partidos y a la sociedad española. El presidente tuvo un recuerdo especial para las 829 víctimas de ETA .

El fin de la violencia terrorista fue una de las prioridades del Gobierno de Zapatero, que abrió negociaciones con la banda terrorista en su primera legislatura hasta que aquellas quedaron frustradas con el atentado de la T-4 de Barajas, en diciembre de 2006, con el que ETA rompió la tregua. El Ejecutivo socialista y destacados dirigentes del partido, especialmente Jesús Eguiguren, trabajaron hasta el final por el fin de la banda, a pesar de que fueron objeto muchas veces de la incomprensión social y política.