Hace sólo unos días, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo decidió mirar para otro lado y olvidar que existe una ley de Memoria Históricas. Así, desestimó el recurso presentado por Baltasar Garzón en el que se exigía sacar los restos de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos.

Ante este mazazo judicial, este jueves la oposición en bloque ha decidido insistir, usar aquello de repetir hasta ser escuchados y unirse a una proposición no de ley del PSOE para volver a exigir que el Gobierno del PP de Mariano Rajoy exhume al dictador y que su familia se haga cargo de sus restos.

La iniciativa del PSOE ha sido defendida, este miércoles, por el presidente de la Comisión de Administraciones Públicas, el socialista Antonio Pradas y ha recibido el respaldo de Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV y Bildu. El Grupo popular ha votado en contra.

El texto pide al Gobierno que cumpla la Ley de Memoria Histórica y ponga en práctica las recomendaciones del grupo de expertos que, en 2011, planteó sacar del Valle de los Caídos los restos de Franco.

Un espacio de reconciliación

La iniciativa socialista pide que el Valle de los Caídos deje de ser un lugar de "memoria franquista y nacional católica" y se convierta en un espacio de reconciliación. También, excluir subvenciones públicas a cualquier organización o entidad que ensalce o defienda a Franco, su dictadura, el nazismo, la xenofobia o cualquier expresión vejatoria para las víctimas.

Pero no es el único punto en el que la oposición ha apoyado las ideas defendidas por Baltasar Garzón y los abogados Manuel Ollé y Eduardo Ranz. En su petición desestimada, se pedía la reconversión del Valle de los Caídos en un “Espacio de Memoria”.

Este jueves, la oposición ha pedido que se cree una Comisión de la Verdad, como ha recomendado Naciones Unidas para determinar la verdad sobre las violaciones de los derechos humanos durante la Guerra Civil y la dictadura.

Franco no fue obispo

En su reclamación ante el Supremo, los tres juristas también hacían mención al Arzobispo de Madrid, ya que estaría vulnerando los cánones eclesiásticos que recogen que no se debe enterrar a cadáveres en el interior de las iglesias a no ser que sean Papas, cardenal, obispos o arzobispos. “Ni Francisco Franco ni José Antonio Primo de Rivera son, o han sido, al menos de forma pública y notoria, romano pontífice, obispo o cardenal”.