El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, ha intentado eludir cualquier responsabilidad en el caso Auditorio, este lunes, en su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia por presuntos delitos de los presuntos delitos de prevaricación, malversación, fraude y falsedad , cometidos durante su etapa como alcalde de Puerto Lumbreras. 

Sánchez, que estuvo ante el juez durante cuatro horas, defendió que los 6 millones de euros de la subvención de la comunidad autónoma “está en la obra” y que las decisiones adoptadas contaron con el aval de los técnicos municipales . “Yo me ocupaba del impulso político, no de trámites administrativos”, ha afirmado el presidente murciano.

La línea roja, "la imputación formal"
“No sé, no me acuerdo” o “no conocía al arquitecto Lejárraga”, son algunas de las evasivas de Pedro Antonio Sánchez, al responder a los fiscales. El presidente de Murcia no ha contestado a los abogados de la acusación.

En rueda de prensa, posterior a su declaración ante el TSJ de Murcia, Sánchez ha afirmado que “hoy tiene la última palabra la justicia, que es como debe ser”. A preguntas de los periodistas sobre su dimisión al estar investigado, ha dicho que "cumple su palabra" y que la "línea roja" para que ésta se produzca está en la "imputación formal".

El dirigente popular ha dicho que en las próximas horas su abogado aportará más informes técnicos que "dejarán claro que el dinero de las subvenciones está en la obra", tras lo cual, ha agregado que "si la obra se quedó corta fue porque llegó la crisis".