Si la “secretaria florero”, como la designan nuestras fuentes en el PP, María Dolores de Cospedal, pensaba que el escándalo del “pucherazo” en la llamada enmienda “anti-Cospedal”, que pedía limitar la acumulación de cargos de la recién refrendada secretaria general, se acababa con la polémica del 18 Congreso del partido y las acusaciones de “auténtico pucherazo y fraude democrático” estaba muy confundida, ya que la pesadilla continúa tras dar a conocer el autor de la iniciativa, el concejal “popular” en el Ayuntamiento conquense de San Clemente, Francisco Risueño, el burofax enviado al nuevo coordinador de la formación conservadora, Fernando Martínez Maillo.

En él, piden que un notario revise las grabaciones de la votación que captaron las cámaras instaladas en el cónclave, ya que duda de la veracidad del resultado de la votación (303 votos a favor, 328 en contra, como informó ELPLURAL.COM este fin de semana), puesto que el espacio de la Caja Mágica estaba a “rebosar” y le sorprende que “solamente hubieran votado 640 personas. De ahí que exija la comprobación de la votación, porque de otra forma existirá “una duda más que razonable” sobre el resultado de esa votación.

A ojo de buen cubero, o de la mesa

El compromisario autor de la enmienda, que provocó un auténtico terremoto en Madrid y numerosas dimisiones en Castilla-La Mancha por el presunto “pucherazo”, justifica sus exigencias alegando las “palpables y fehacientes dudas y controversias” sobre el resultado, “fundamentalmente sobre la forma del recuento”. Dudas que también las ha hecho llegar, además de a Maillo, a la presidenta del Congreso Nacional, Cristina Cifuentes, a quien expresa su “sorpresa y extrañeza porque solamente hubieran votado 640 personas de los 3.100 compromisarios”, ya que, insiste en asegurar, el plenario estaba a “rebosar”.

Para demostrarlo, Risueño ha puesto a disposición de los receptores de su burofax fotografías que recogen su intervención, donde se puede constatar que “hasta las últimas filas de las zonas más altas del plenario se encontraban llenas de compromisarios, sin que existieran huecos”. El concejal conquense no olvida las declaraciones del ahora coordinador del PP, quien, siempre según el edil, dijo que “a ojo de la mesa se rechaza la enmienda” y después de “silbidos y abucheos” añadió que a esperas del recuento definitivo. “Dicho recuento no se anunció al plenario sino que se transmitió a los medios de comunicación y los compromisarios nos tuvimos que enterar por fuera”, declaraciones recogidas por Europa Press.

“Los contadores de la vieja”

Francisco Risueño recuerda a los responsables del Congreso que en el recinto había hasta cuatro cámaras grabando el desarrollo de las ponencias e intervenciones. Y dada la presencia tecnológica en la sala y los medios técnicos disponibles, “el PP puede aclarar el resultado final y de qué forma se realizó el recuento”, en aras de la “claridad y la transparencia”  que deben “prevalecer por encima de otras cuestiones en nuestro partido”, dice.

Del mismo modo, pide los nombres y apellidos de las personas que efectuaron el recuento; identificación de qué persona realizó el recuento con identificación del sector y qué compromisarios de cada comunidad estaban en dicho sector; la persona que hizo la suma global del recuento; la persona que comunicó a los medios el resultado final; quién tomo la decisión de no comunicar al plenario el resultado final de la votación; y relación de cada una de estas personas con el PP, si son “voluntarios, trabajadores de la sede” o “cargos público”.

Está claro, “Risueño sabe que su enmienda ganó y que los contadores de las cartulinas aplicaron la teoría de la cuenta de la vieja”, señalan a este periódico las mismas fuentes.

“La Mancha está que arde”

Lo cierto de todo es que la sombra del “pucherazo” perseguirá a Cospedal allá dónde vaya, igual que las dimisiones de destacados miembros del PP, que como el caso del exsenador y exdelegado del Gobierno que presidió la secretaria general en Castilla-La Mancha entre 2011 y 2015, Rogelio Pardo, saca a la superficie las turbias formas de actuar de los dirigentes del PP castellano-manchego.

“La Mancha está que arde”, añaden nuestros interlocutores, “y Rogelio lleva toda la razón cuando cree firmemente que los afiliados y el Partido Popular se merecen tener unos dirigentes que respeten la soberanía y la voluntad de las bases y considera que maquillar los resultados atenta contra los pilares fundacionales de nuestro partido”.

“El Congreso del pucherazo”

Críticas a las que se une el PSOE de Castilla-La Mancha, que a través de su portavoz, Cristina Maestre, señala que el Congreso Nacional del PP que se ha desarrollado durante este fin de semana, “a pesar del mundo idílico que nos han querido dibujar”, no ha sido “el Congreso de la unidad sino el Congreso del pucherazo”. Y ha sido así, argumentaba Maestre, por el afán de Cospedal “de acaparar cargos y nóminas”. La portavoz socialista recordó que la enmienda contra la acumulación de cargos de la secretaria general que se presentó en el cónclave de los ‘populares’ “recibió un gran número de apoyos, muchos de ellos de compromisarios de Castilla-La Mancha” y durante esa votación se pudieron escuchar “muchos gritos de pucherazo” cuando fue rechazada por 25 votos de diferencia.