El tiempo corre, el reloj no se detiene y la fecha marcada en rojo en el calendario se acerca. Vistalegere II está a la vuelta de la esquina y las dos corrientes mayoritarias de Podemos, la de Pablo Iglesias y la de Íñigo Errejón, no logran el consenso. Este miércoles día 1 de febrero a las 24:00 horas expira el plazo para unificar candidaturas, tal y como se estipuló en el reglamento elaborado por el Equipo Técnico, y de momento nada hace prever ni un ápice de acuerdo.

A partir del jueves comenzará la guerra a mar abierto, arrancarán las primarias y si todo va según lo previsto, pablistas y errejonistas concurrirán en listas y propuestas separadas -junto a otras corrientes, como la de Anticapitalistas liderada por Miguel Urbán y que cuenta con pesos pesados como Teresa Rodríguez-. Se barrunta una batalla de proporciones bíblicas, una confrontación a pecho descubierto. Y es que, a pesar de que la fase de campaña aún no ha arrancado -este miércoles finaliza la fase de fusión de propuestas-, ya hemos vivido momentos conflictivos que a más de uno le ha provocado dolor de cabeza.

Round 1, Madrid

La primera batalla entre pablistas y errejonistas fue la acaecida en Madrid. En dicho escenario, el secretario general morado ya comenzó a mostrar atisbos de una estrategia consistente en frenar a los errejonistas. No hacía ni 24 horas cuando Iglesias arremetió con dureza contra la candidatura presentada para la capital por Rita Maestre, Tania Sánchez y José Manuel López (afines al portavoz morado). "Estoy convencido de que va a haber muchas propuestas y propuestas mejores”, o "no comparto a quienes anteponen nombres y fotografías a las propuestas, y estoy convencido de que otros compañeros, como Ramón [Espinar] y otros, serán capaces de hacer propuestas que avancen hacia un debate mucho más interesante con la gente de los círculos en Madrid”, fueron algunas de las perlas del líder morado. Una batalla, la de Madrid, que se cobró una de las primeras víctimas: José Manuel López fue destituido como portavoz en la Asamblea de Madrid.

Uno para todos y todos contra Errejón

¿Recordáis aquel tuit de Iñigo Errejón en el que mencionaba un núcleo irradiador? Pues bien, el núcleo irradiador del conflicto en Podemos, en este caso, ha sido Iglesias. Numerosos mandatarios y pesos pesados se han posicionado de su lado y han cargado contra los errejonistas. Algunas de las más soreprendentes y sangrientas ofensivas las protagonizó el cofundador Juan Carlos Monedero, quien acusó a Errejón de echarle un “pulso” a Iglesias y le instó a “tener el coraje de disputar las propuestas políticas” y “no cometer torpezas”. Pero esta no era la primera vez que Monedero se dirigía en términos semejantes al número dos morado. En septiembre llegó a afirmar que “ha sido infantil [Errejón], como cuando desapareció dos semanas tras una discusión interna”.

Otro de los miembros de la guardia pretoriana de Iglesias que arremetió contra Errejón fue el secretario de Organización, Pablo Echenique, quien encarnó uno de los golpes más cruentos durante la pasada nochebuena, cuando participó en una campaña en Twitter en contra del portavoz. Un hecho que ha sido muy criticado por los errejonistas y, como no podía ser de otra manera, por el propio Errejón, quien aseguró que “no me hizo mucha ilusión”.

A estas ofensivas habría que sumar las protagonizadas en varias ocasiones por Alberto Garzón, quien, con más sutileza que los anteriores pújiles, dejó bien clara su postura con respecto a la corriente errejonista.

Los errejonistas no se muerden la lengua

El sector afín de Íñigo Errejón también respondió a las ofensivas con fuego a discreción ya que, tal y como os contamos en ELPLURAL.COM, fuentes internas próximas a Errejón aseguraron a este diario que la estrategia ya estaba clara: “Hemos decidido que ya no tenía sentido callarnos más. Siempre nos hemos callado y nos ha ido como nos ha ido”.

Y en efecto. Tania Sánchez acusó públicamente a Pablo Iglesias de chantaje al afirmar que dejará la secretaría general, si su proyecto no es el ganador en Vistalegre II. O cuando Jorge Moruno, del sector más próximo al portavoz morado y uno de los académicos más importantes de la formación, arremetió contra Jorge Vestrynge por afirmar que los pablistas son los “obreros” y los errejonistas los “niños de bien”.

Es una incógnita qué ocurrirá durante la campaña para las primarias, pero lo que sí es seguro es que los precedentes apuntan a un auténtico choque de trenes.