El expresidente del Gobierno José María Aznar ha inaugurado este lunes el ciclo de conferencias "El necesario fortalecimiento de España", organizado por la Fundación Valores y Sociedad, donde ha recordado al dirigente del PP asesinado por ETA, Gregorio Ordóñez, ante lo que ha llamado a evitar que el terrorismo se transforme "en una ficción infame destinada a mezclar víctimas con asesinos".

En un acto junto a la expresidenta del PP vasco, María San Gil y el presidente de dicha fundación Jaime Mayor Oreja, el presidente de la Fundación FAES ha aprovechado el recuerdo a Ordóñez y al resto de víctimas de ETA para pedir “evitar que la verdad sobre la violencia y la barbarie sea transformada en una ficción infame destinada a mezclar víctimas con asesinos”.

Ha rechazado de la misma forma “hacer de la responsabilidad personal de algunos, aún pendiente de saldar en muchos casos, el efecto colateral de un supuesto conflicto del que todos seríamos culpables a partes iguales”.

Aznar ha subrayado que Ordóñez fue asesinado por una banda terrorista y ante la indiferencia de muchos, y que era absolutamente inocente. "Nada puede cambiar estos hechos y nada debería cambiar su verdadero relato. Nunca”, ha recalcado.

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Tras este recuerdo al dirigente del PP asesinado, el expresidente Aznar se ha lanzado a poner en valor la historia de España, de la cual dice “se ha utilizado demasiadas veces para el pesimismo”.

Del mismo modo ha señalado que, con su “espíritu crítico, y lo tengo porque creo en mi país”, ha señalado la “falta de una tarea nacional compartida”, lo que “obedece a la duda sobre nuestras verdaderas posibilidades”.

Para poner solución a este problema, señala Aznar, se debe hacer frente a “la tarea nacional más urgente”, que es “sellar las brechas social, territorial y política” para “dar continuidad al relato de transformación y progreso de España” que se inició con la Transición.

Aznar ha recordado que España ha vivido décadas de transformaciones políticas, económicas y sociales extraordinarias y vivió una Transición que fue admirada en todo el mundo, aunque ahora algunos pretendan desacreditarla desde una “ignorancia culpable”.

Para él, la democracia de 1978 hizo posible el mejor periodo de la historia de España y hubo transformaciones que crearon vínculos sólidos entre territorios, partidos y generaciones.

Sin embargo, estima que hace tiempo que hay graves dificultades para dar continuidad a este relato y la impresión de “decaimiento” de España se debe a la falta de una tarea nacional compartida.

En su discurso no faltaron las pullas a Mariano Rajoy. Asegura que la crisis ha agravado las brecha de España junto a "la repuesta que le hemos dado", que "ha fortalecido casi hasta el blindaje las posiciones de algunos y ha debilitado casi hasta la desesperanza la de los otros". Según recoge el diario El Mundo, el expresidente hizo una enmienda a la totalidad de la gestión económica de Rajoy por no atajar el déficit y elevar considerablemente la deuda. En este sentido criticó que no se haya reforzado a las clases medias y que el progreso se haya detenido. "¿Qué estamos dejando a los jóvenes? ¿Qué pacto scoial les proponemos?"