Las dos grandes líneas estratégicas entre las que tendrá que elegir Podemos en su Congreso de Vistalegre II ya se conocen, porque a la presentación de la propuesta de Íñigo Errejón le ha seguido poco después la de Pablo Iglesias.

Mensaje al errejonismo a cuenta del PSOE
El documento político que Iglesias llevará a la próxima Asamblea Ciudadana de Vistalegre II lleva por título 'Plan 2020: ganar al PP y gobernar España'. Allí se "fija la prioridad de prepararse para ganar las elecciones de 2020 trabajando "a la ofensiva", manteniendo la tensión en las instituciones y en la calle y canalizando las luchas sociales. El objetivo declarado es disputar La Moncloa con el PP y en el texto también se defiende como acertada la estrategia seguida en su día con el PSOE tras las elecciones de 2015, y se lanza un mensaje al errejonismo: 

"Frente a lo que pensaron algunos compañeros, los históricos resultados de diciembre no crearon una suerte de situación de empate entre las fuerzas del cambio y las fuerzas de la restauración. (...) A priori, cabía esperar que el Partido Socialista hubiera podido asumir al menos una parte de esta agenda [de cambio]. Si hubiera que caracterizar a los defensores del statu quo del viejo sistema político, hablaríamos de los grandes empresarios y banqueros, así como de sus aparatos de poder y su capacidad de determinar las decisiones en los partidos que les defienden: PP, Ciudadanos y los sectores más conservadores de las élites del PSOE. Este bloque de poder es partidario de mantener una política económica neoliberal conformista con las dinámicas europeas y, asimismo, de mantener la Constitución como papel mojado en lo que se refiere a la soberanía y los derechos sociales (sin que les importe el daño que esto implica para sus compatriotas y la vulneración sistemática de derechos humanos que conlleva) y, al mismo tiempo, como una trinchera estrecha para bunkerizarse frente la plurinacionalidad".

El diagnóstico del secretario general es contundente: "No hubo empate entre las fuerzas del cambio y las fuerzas de la restauración básicamente porque ningún sector relevante del PSOE contempló jamás la posibilidad de formar con nosotros un gobierno que asumiera los desafíos del cambio, por mucho que Sánchez pretendiera apropiarse de la expresión «fuerzas del cambio», incluyendo en ella a su partido y a Ciudadanos. Gobernar con el PSOE era una posibilidad llena de dificultades y de riesgos, pero que habría despertado la ilusión y la esperanza de muchos ciudadanos y hubiera podido permitir a nuestro país lograr notables avances. Pero los jefes del PSOE nunca contemplaron esa posibilidad".

Iglesias cree que tras ser defenestrado de la secretaría general Sánchez "reconoció su error" en la entrevista de Salvados y "admitió que su partido debía haber gobernado con Podemos", repitiendo "todo aquello que nosotros dijimos durante casi un año". Y sentencia: "Pero ya no era Secretario General del PSOE. El diagnóstico de Podemos había sido el correcto". Ahí entona un mea culpa: "Durante ese periodo sufrimos un desgaste notable, cometimos fallos y el redactor de este documento cometió errores (entre ellos, no haber sabido comunicar bien nuestra propuesta o no haber sabido hacer entender que íbamos en serio cuando planteábamos gobernar junto al PSOE)".

Gobierno en la sombra  
Iglesias también defiende en su documento que es partidario de que Podemos vaya adquiriendo rodaje para "la toma" del Gobierno, y calcula que tendrán cuatro años para hacerlo, una legislatura larga porque el Gobierno de Mariano Rajoy no es "tan débil", gracias a la "entrega" del PSOE al PP
Con esa perspectiva, y la inspiración del modelo inglés, Iglesias propone crear en Podemos un grupo de "perfiles políticos y técnicos" para ir diseñando las políticas de un hipotético futuro ejecutivo sin limitar el trabajo institucional al mero acompañamiento parlamentario.

En las instituciones y en la calle
El documento establece el horizonte de los comicios generales de 2020 como un momento constituyente, en el que el objetivo político es "tejer una red de contrapoderes" que "anude" las luchas sociales con la aspiración de liderar pero con generosidad y aceptando que "para ganar" tienen que "seguir sumando". En un escenario en el que el Gobierno cuenta con facultades para ignorar las propuestas del Parlamento, Iglesias prefiere no centrar el trabajo de Podemos sólo en la institución, y enfrentarse a las medidas del PP y sus aliados en todas partes: en los medios de comunicación, en los centros de trabajo, en los movimientos sociales, en las instituciones y en la calle.