Francisco Javier Romero Taboada fue asesinado el 30 de noviembre de 2014. Hincha del Deportivo de la Coruña y con tan sólo 43 años de edad, ‘Jimmy’ murió a consecuencia de los golpes recibidos en una pelea entre aficionados radicales del Atlético y del equipo gallego, entre miembros del Frente Atlético y los Riazor Blues, que se produjo en el entorno de Madrid Río, cerca del estadio Vicente Calderón.

Tal y como se reflejó en el sumario del caso, la pelea fue preparada: “Vamos a matarlos, joder”, se escribieron entre sí los ultras del Atleti por whatsapps antes de iniciar la pelea. Una vez fallecido Jimmy, los ultras celebraron el asesinato con el siguiente mensaje: “Se bajó a por percebes, ¿no? (…)El puto respeto que nos hemos ganado... Somos dioses”.

Su expulsión
El asesinato de Romero Taboada a manos de los ultras del Frente Atlético conmocionó al mundo del fútbol. Conmoción similar a la que se originó en 1998 tras el apuñalamiento de Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad-. Tanto es así que 48 horas después de la muerte de ‘Jimmy’, la dirección del club anunció la expulsión de la peña ultraderechista de manera inmediata. Lo hizo a través de un comunicado de prensa en el que la entidad aclaraba su intención de impedir que los radicales no volviesen a poder presenciar un partido de fútbol en el estadio Vicente Calderón. 

Una medida a la que los dirigentes del club eran reacios a adoptar por los problemas que les podía ocasionar. Si se adoptó, tal y como informó en su día ELPLURAL.COM, fue por “por la presión mediática y social a la que la directiva del club estaba siendo sometida desde el asesinato de Jimmy”. En cualquier caso, la decisión de su expulsión se vendió como irreversible, pero con el paso de las semanas fue paulatinamente revocada.



Su reincorporación
El punto de inflexión se produjo el 7 de enero de 2015, cuando horas antes de que se disputasen los octavos de final de la Copa del Rey, Cerezo defendió la presencia del Frente Atlético en el Vicente Calderón, “siempre que se comporten como se tienen que comportar”.

Desde entonces, los ultras rompieron su promesa de dejar de animar en los partidos del Calderón. Poco a poco volvieron los canticos al estadio y las estrictas medidas de seguridad que el club adoptó tras el asesinato de Jimmy se fueron relajando. En esta vuelta a la “normalidad”, el 7 de abril de 2015 se produjo un hito importante: la directiva del Atlético de Madrid permitió que en la grada volviese a ondear una pancarta con las iniciales del Frente Atlético (F.A.).

Su impunidad
Poco a poco, la situación en las gradas del Calderón se fue ‘normalizando’. Tanto es así que apenas dos años después del asesinato de ‘Jimmy’, la única diferencia respecto a temporadas anteriores es que oficialmente en la grada de animación no reina el Frente Atleti, aunque sigue dominada y controlada -con el beneplácito de la directiva del club-, por los radicales de extrema derecha.

Aficionados que ya no disimulan su radicalismo. En el último partido disputado en el Calderón el pasado martes 10 de enero, frente a Las Palmas en la Copa del Rey, entonaron su última ‘composición’: “Solo le pido a Dios que se mueran todos los fuleros. Que se mueran para siempre para toda la alegría de la gente”. Se trata de una nueva versión -respecto al ritmo y la entonación-, de la canción que años atrás se entonaba en los estadios de fútbol argentinos.

 

Una canción que canta con impunidad el mismo grupo de radicales que hace dos años asesinó al aficionado del Deportivo de la Coruña. Dedicada a los seguidores del Real Madrid (‘fuleros’ es sinónimo de ‘vikingos’ para los ultras), el Frente Atleti muestra con orgullo su última ocurrencia en sus redes sociales y publicaciones más afines.