Federico Trillo ha reaparecido en la cadena COPE para negar que su salida de la embajada sea por el duro dictamen del Consejo de Estado sobre la tragedia del Yak 42, que costó la vida a 62 militares y que pudo haberse evitado si Defensa hubiera hecho caso de las alertas sobre la peligrosidad de este tipo de vuelos. El todavía embajador de España en Londres, un puesto que irrita a las víctimas, ha dicho que ya había hecho las maletas antes del verano y que así se lo había comunicado al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis. 

El exministro de Defensa considera que el informe "no añade nada" y que también recoge que "las responsabilidades civiles ya estaban satisfechas". ¿Y dónde queda la responsabilidad moral que sí ha quedado acreditada en el dictamen? Trillo no ha tenido ningún tipo de caridad cristiana -de esa que, como miembro del Opus, predica que deber practicarse a diario-, hacia las víctimas del accidente que le reclaman que asuma sus responsabilidades y, sobre todo, que pida perdón.

Sigue tirando balones fuera

Lejos de ello, ha venido a restar importancia al dictamen del Consejo de Estado diciendo que ha sido filtrado "por los mismos de siempre, al mismo grupo de siempre y al mismo periodista de siempre", en referencia al diario El País, que publicó la primicia. En su opinión "se está tratando de hacer lo de siempre, confundir lo que ha dicho el Consejo de Estado con una especie de imputación al Gobierno del que formé parte de la culpa del accidente de la tragedia del Yak 42. Eso es rotundamente falso".

Las víctimas, que están hartas de las "mentiras" sobre este caso reclamaron ayer que su cese fuera por la "indignidad" de que una persona con su trayectoria representase a España. Para la Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42 sería una "humillación" que el cese fura "enmascarado" con otras circunstancias."Es la hora de la reparación: lo solicita el Consejo de Estado, la sociedad española y los familiares", aseguraban para subrayar que tampco admitirían su adscripción a algún otro cargo público.

La intención de Trillo, según ha reconocido en la COPE, es volver precisamente al Consejo de Estado, donde es Letrado Mayor por oposición. Según se filtró en medios periodísticos, aspiraba a ocupar el puesto de presidente. Y este nombramiento sí que compete al Gobierno. La decisión que adopte Mariano Rajoy al respecto determinará de qué lado está, si del de las víctimas o del máximo reponsable del Ministerio que eludió adoptar las medidas necesarias para que los militares viajasen con garantías de seguridad. El mismo ministro que sumó un nuevo oprobio a las víctimas al decidir que se repatriaran los cadáveres sabiendo que había dudas sobre las identificaciones. Por el momento, su postura ha sido la de camuflar el cese de Trillo en Londres entre los 72 que se van a producir.