2016 estuvo a punto de convertirse en el año en que dos estrellas de la liga de fútbol española estuvieron a punto de salir del armario y reconocer abiertamente su homosexualidad. Pasará a la historia, sin embargo, como el año en el que la homofobia siguió latente en el deporte rey. El fútbol sigue encerrado en el armario.

Y es que en el año que ahora acaba, los directivos impidieron a algunos de sus jugadores reconocer su orientación sexual, en las gradas la palabra “maricón” se siguió utilizando como un arma arrojadiza para descalificar al rival y la prensa deportiva siguió señalando a los deportistas que se alejan del estereotipo de jugador heterosexual y bravucón que venden en sus portadas. Un problema que no es menor para un país en el que más que un deporte, el fútbol es casi una religión.

La portada que nunca existió
Muy poco ha cambiado desde que en mayo de 2008, un jugador estuviese a punto de protagonizar la portada de la ya desaparecida revista ‘Zero’. El jugador llegó a  posar para la revista, pero el club al que pertenecía le prohibió hacerlo, amenazándole con retirarle de la plantilla. El mundo del fútbol se agitó entonces ante la posibilidad de que una estrella reconociese que se acostaba con otros hombres. El revuelo que se generó en el seno del deporte rey fue apabullante. Y el jugador dio marcha atrás. 

El exdirector de 'Zero', Miguel Ángel López, explicó así lo sucedido: “El jugador dijo que más adelante (…) Aunque con sus goles callarían muchas bocas, ninguno ha tenido los cojones suficientes para afrontar todo lo que se le vendría encima”. Y desde entonces, nada ha cambiado.

“En este club no hay maricones”
Porque en 2016, dos jugadores de máximo nivel también estuvieron a punto de reconocer su homosexualidad. Uno de ellos, entonces en la segunda división española, lo iba a hacer a ELPLURAL.COM. Pero las presiones de sus asesores y su antiguo club le hicieron dar marcha atrás. Tampoco el periodista deportivo Juan Antonio Alcalá (cadena COPE), consiguió que un jugador de primera división se atreviese a confesar que le gustaban los hombres.  

“Hay una estrella mundial del fútbol que, a su manera, paso a paso, lentamente, con sus dudas, con sus miedos, intenta saltar ese muro que yo superé. Y en colaboración con la revista norteamericana ‘OUT Magazine’ he intentado un acercamiento a ese chaval, convencido como estoy de que en el año 2016 se daban ya las circunstancias para que la salida del armario de un futbolista de élite sea recibida con absoluta normalidad por la sociedad y por las empresas del marketing global (…) Ante mi amable insistencia, el último email remitido desde su club no pudo destrozarme más: 'Deja ya de insistir, Alcalá. No es posible lo que pides. En este club no hay maricones' (sic). Guardo el email, fechado el lunes 25 de abril, por si pudiera interesarle a algún juez experto en delitos de odio”, explicó Juan Antonio Alcalá el pasado mes de julio.