La Policía alemana ha informado de que el camión que arrolló este lunes a los visitantes de un mercadillo navideño en el centro de Berlín, donde murieron doce personas, "fue conducido deliberadamente hacia la multitud" y ha apuntado por vez primera a un "presunto atentado terrorista".

"Todas las medidas policiales ante el presunto atentado terrorista en Beitscheidplatz continúan a toda velocidad y con el cuidado necesario", manifestó a través de su cuenta oficial en Twitter la Policía alemana, según informa EFE.

Cautela de la Policía
Las fuerzas de seguridad alemanas han mantenido desde el primer momento una gran cautela antes de designar oficialmente como ataque terrorista los hechos de este lunes en el centro de Berlín. No obstante, el propio ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, reconoció de madrugada, tras recibir información de los primeros indicios que "mucho apunta en esa dirección". Entre otros elementos está la identidad del detenido, del que varios medios han informado de forma coincidente que se trata de un afgano o paquistaní que llegó en febrero de este año a Alemania como peticionario de asilo.

Los hechos ocurrieron en torno a las 20.15 hora local (19.15 GMT), cuando el vehículo pesado invadió una zona peatonal en la Breitscheidplatz, eje comercial del antiguo sector occidental de la ciudad. El camión recorrió unos cincuenta metros del tradicional mercadillo y destrozó a su paso puestos de adornos navideños y casetas de comida, mientras arrollaba a numerosos visitantes. Un total de 48 personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, y fueron trasladadas a diversos centros médicos. Entre los heridos hay un ciudadano español y, según ha confirmado el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, no se teme por su vida, aunque debe ser operado.



Las fuerzas de seguridad diseñaron un amplio dispositivo de seguridad en torno al lugar y pidieron a los berlineses que permanecieran en sus casas y dejaran libres las vías de acceso para las ambulancias y los vehículos de los bomberos.

El pasado julio, Alemania fue escenario de dos ataques yihadistas, en los que murieron los dos terroristas (un menor refugiado afgano en un tren de cercanías en Würzburg y un solicitante de asilo sirio en Ansbach) y una veintena de personas resultaron heridas.