Mariano Rajoy estará en el funeral de Rita Barberá en Valencia esta tarde a pesar de que la familia de la fallecida ha pedido expresamente que no quiere a políticos ni representación institucional en el mismo. Irá en calidad de amigo personal.

El funeral se oficiará a las cuatro de la tarde en el Tanatorio del Cementerio de Valencia. El jefe del Ejecutivo se trasladará a Valencia tras la reunión que mantendrá en el Palacio de la Moncloa por la mañana con los representantes de los sindicatos y los empresarios. Ayer se mostró "enormemente apenado" por el fallecimiento. 

La familia está sumamente dolida con el trato recibido por Barberá en los últimos tiempos, investigada por la justicia y abandonada por el PP, que le reclamó su marcha. Su sobrina, según recoge el diario La Razón, anunció que iba a trabajar para que su imagen quede "absolutamente limpia". Sin embargo, con el fallecimiento de Rita Barberá, se extinguen las responsabilidades penales contra ella y, por tanto, se archiva la investigación. Nunca habrá una decisión judicial al respecto, ni a favor ni en contra.

Tensión con la prensa

"Respetad ahora lo que no habéis respetado antes", espetó a los periodistas la sobrina de Barberá al entrar a la misa celebrada por el cardenal Cañizares ayer por la tarde en la catedral de Valencia. La familia parece haber perdonado a los políticos que le dieron la espalda pero no a la prensa. 

Han pasado poco más de dos meses desde que Barberá dejase el PP. Lo hizo el pasado 14 de septiembre tras la decisión del Supremo de investigarla por supuesto blanqueo de capitales. Y subrayaba en un comunicado que se iba como muestra de entrega al partido y para no causar ningún perjuicio. Si no se hubiera ido voluntariamente, habría sido suspendida de militancia por su imputación.

Rajoy y Cospedal, previamente, había salido en su defensa, una posición que no compartieron destacados dirigentes del nuevo PP como Javier Maroto o Pablo Casado al respecto. La tensión no acabó con su salida del PP, porque la exalcaldesa decidió mantener su escaño en el Senado. Y muchos en el partido lo criticaron abiertamente, como hizo por ejemplo la presidenta del PP de la Comunidad valenciana, Isabel Bonig. Pero desde entonces, la respuesta oficial de la dirección del PP para cualquier pregunta relacionada con Barberá era la misma: "Ya no está en el partido".