El proyecto para abrir una mina de feldespatos en Ávila, en concreto en el Cerro de Gorría, ha causado alarma en la provincia por el impacto medioambiental que supondrá. La petición de firmas contra la mina que se dirigirá a la Junta de Castilla y León ha recogido casi 100.000 en apenas una semana. La plataforma contra la explotación a cielo abierto alerta de que a causa de la contaminación "se verán gravemente perjudicadas la salud de las personas, la ganadería, la naturaleza y el modo de vida de la región"

La tensión por un proyecto tan sensible para el ecosistema y la economía de toda una comarca se trasladó hace dos semanas a un pleno de la Diputación provincial abulense. De hecho agentes de la Policía Nacional, placa identificativa en mano, irrumpieron en el acto para desalojar al público que aplaudió una de las intervenciones del diputado de Trato Ciudadano que se había posicionado contra la mina. 

Despliegue policial desproporcionado para un pleno
La actuación policial tuvo lugar a petición expresa del presidente de la institución provincial, el popular José Manuel Sánchez Cabrera, incómodo por la presencia entre el público de una docena de miembros de la plataforma vecinal contraria a la explotación. Antes de comenzar el pleno, el lunes 24, dos dotaciones policiales y un vehículo camuflado ya se habían apostado en la entrada de la Diputación llamando la atención por lo inusual y desproporcionado del despliegue preparado por la subdelegada del Gobierno, María Ángeles Ortega, alertada por Sánchez Cabrera de la presencia de integrantes del citado colectivo, interesados en seguir el debate previsto sobre la mina proyectada.

La acción de protesta consistió en exhibir unos folios que rezaban "No a la Mina". A instancias del presidente de la Diputación, amparado en el Reglamento Orgánico de la Institución, depusieron su actitud. El incidente más grave se produjo minutos después, cuando una parte de los asistentes, entre los que se encontraban alcaldes y concejales de municipios afectados por el proyecto, aplaudió una de las intervenciones.

Vecinos expulsados y diputados que abandonan el pleno

"Ruego desalojen la sala las personas que hayan aplaudido; por favor, por parte de los servicios de seguridad se identifique a las personas", dijo Sánchez Cabrera sin que previamente hubiera mediado llamada al orden ni advertido de las consecuencias de la misma. Luego instó al responsable de Seguridad de la Diputación a que tomara "las medidas oportunas" ante la desobediencia de los opositores a la mina.  En ese instante, a solicitud del funcionario, un policía de paisano entró en el salón de plenos mostrando su placa identificativa y conminando a marcharse a los autores de los aplausos, que esta vez sí acataron la orden "consternados" y "estupefactos". En señal de solidaridad, y ante la conducta "poco flexible" del presidente de la Institución, los diputados del PSOE y del grupo Trato Ciudadano también abandonaron el salón de plenos. 

El presidente empieza a recular
Tras el escándalo suscitado Sánchez Cabrera ha empezado a recular en torno al proyecto, al menos en las formas. Este viernes se ha reunido con alcaldes y representantes de 23 municipios y entidades locales menores de la comarca de la Sierra de Ávila para explicarles las alegaciones técnicas que ha redactado la institución al proyecto de la mina en esta zona de la provincia e intentar tranquilizarles sobre el mismo.