Desde la gestora intentan evitarlo por todos los medios. Incluso se lanza el mensaje del que ayer les informábamos en este periódico, los casos de posibles votos disidentes no se tratarían como una declaración de guerra y no se expulsaría del Grupo Parlamentario a los diputados que mantengan ‘el no, es no’. Pero según pasan las horas crece un temor, que se pretenda presentar esos votos como “un frente”.

Aclarar donde está cada uno

En ese caso, no pocos de los integrantes del Grupo Parlamentario más cercanos a la mayoría que triunfó en el reciente Comité Federal que decidió apostar por la abstención creen que llegaría el momento de poner “límites claros”. “Un año de dudas y de querer ser condescendientes nos ha traído a este desastre –nos dice un veterano y exalto cargo del Grupo-, y ahora ha llegado el momento de salir de esta situación, sea por un lado, sea por otro”.

Otra diputada, también de las que más peso tienen en el Grupo, explicaba a ELPLURAL.COM su postura con claridad: “Si hay 12, 15 o 18 que votan que no y salen haciendo bandera de una decisión que está enfrentada a la que se tomó por los órganos principales del partido, no puedes taparte los ojos y hacer como que no lo ves.., no puedes seguir sentándote al día siguiente con ellos en las comisiones como si no pasara nada”.

Esta situación de enfrentamiento es la que busca enfriar la gestora, rebajando presión, evitando meter en el mismo saco al PSC, que en un Consell votó contra la decisión del Comité Federal, y a los que quieren ver como diputados sueltos votando en conciencia y para los que sólo quieren aplicar multas. Pero todos reconocen que si Pedro Sánchez comparece en el Congreso y el grupo que no acepte la disciplina de voto se presenta de alguna manera como abanderados de una corriente dentro del partido, enfrentados a la decisión de la mayoría que se adoptó en el Federal, la situación daría un giro más dramático.

Legitimidades enfrentadas

En una de las Federaciones más consistentes en ese rechazo a la abstención, Baleares, explicaban a ELPLURAL.COM, sin embargo, cómo su problema va más allá “de Pedro o no Pedro”. “Entendemos la situación de legitimidad que plantea la gestora –nos decían fuentes del PSIB-, y por eso no hemos salido a hacer una declaración formal del sentido del voto de nuestros diputados, pero tenemos verdaderos problemas para cambiar el ‘no es no’ por la abstención”.

Problemas que concretan básicamente en dos. “Aquí, que gobernamos en coalición, siempre nos hemos presentado bajo la consigna de que haríamos todo lo necesario para evitar un gobierno de Rajoy, y no vemos que haya cambiado nada para justificar un cambio”. Pero aún más difícil, aseguran, es cambiar de posición “cuando desde la militancia, y lo estamos viendo en las asambleas de manera casi unánime, lo que se nos dice es ‘resistir, no cedáis’”.

Baleares, dirigida por Francina Armengol, es fuera de Cataluña, quizás, la Federación junto a la vasca en la que más claramente la mayoría de la militancia se muestra proclive a mantener esa negativa a un gobierno de Rajoy. Pero también están empeñados en evitar mayores convulsiones en una situación que reconocen crítica. “Por eso seguimos confiando –nos dicen- en que la gestora recapacite y por eso persistimos en intentar convencerles de la que ha sido nuestra postura: que se de libertad de voto, lo que permitiría a unos mantener su ‘no’ y al tiempo, con los que se abstuvieran, evitaría unas nuevas elecciones”.

¿Quién decide en el PSOE?

Un asunto, sin embargo, se escapa a nuestro interlocutor, que está quizás en la base de este enfrentamiento y que utiliza como un argumento más en su razonamiento: “el cambio en la estrategia del partido es tan importante, de tanto calado, que consideramos que el Comité Federal no estaba plenamente legitimado para tomarlo, y era en ese sentido en el que pedíamos que se dejara expresarse a la militancia”. Un desafío al que ha sido el funcionamiento base en el PSOE de tal calibre que lleva a otros, precisamente, a pensar que ‘una foto’, metafórica o, aún más grave, real de Sánchez y los partidarios del ‘no es no’ haciendo bandera de una idea contraria a la decidida en los órganos del partido no tendría otra salida que la del enfrentamiento.

Sin duda, el momento para el PSOE es crítico.