El debate en el PSOE por la abstención ante Mariano Rajoy, la 'pedagogía' que reclamaba la dirección provisional tras el descabezamiento de Pedro Sánchez, se ha acelarado en los últimos días con la gira por los medios de varios barones territoriales y sobre todo con el esperado pronunciamiento de la federación de Susana Díaz en ese sentido. La comisión gestora decidirá este martes la fecha del comité federal en el que se abordará la abstención, previsiblemente el domingo, pero antes de esa reunión el presidente de la misma, Javier Fernández, ha presidido la reunión del Grupo Parlamentario Socialista que se ha celebrado en el Senado. La decisión de la abstención se da por descontada en el comité, pero queda por ver cómo se traduce eso en el grupo parlamentario, si se cumplirá la disciplina de voto -tras las ratificaciones en el 'no' del PSC o de la federación balear-, si se abstendrán los diputados mínimos necesarios para permitir la investidura, etc.
Luena insiste en el 'no' pero acatará lo que decida el comité federal
De ahí que la expectación por la reunión del grupo parlamentario de este martes fuera muy alta, entre otras cosas para saber si acudiría el ahora diputado raso Pedro Sánchez. No apareció, pero sí uno de sus colaboradores más próximos, el que fuera su secretario de organización en el partido, César Luena. El diputado riojano se ratificó ante los medios en su postura del 'no' a Rajoy antes de entrar en la reunión y apuntó su deseo de que el comité federal mantenga esa postura. Sin embargo dejó uno de los titulares al día al apuntar que asumirá lo que decida el partido: "No es disciplina de voto, es democracia". A la salida insistió en que el comité federal es el que decide y él cree en la "unidad" del partido pero matizó que si se decide la abstención no será una decisión "legítima" al estar en contra de lo que quieren los militantes. El senador Joan Lerma previamente había recordado que la decisión de la abstención o no corresponde al comité federal y que las posturas primero se debaten y luego "se asumen".
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César Luena atiende a los medios a su llegada a la reunión del grupo parlamentario socialista
Fernández no pone paños calientes sobre la situación del partido
Tras el nombramiento de Vicente Álvarez Areces como nuevo portavoz del PSOE en el Senado -en sustitución de Óscar López- Fernández se dirigió a los senadores y diputados para hacer un discurso que no eludió el momento de tensión que vive su partido, de hecho introdujo un alegato para recomponer el partido en un futuro congreso a partir del "solar" actual. El presidente de la gestora reconoció la "vorágine" interna que se vive internamente y se refirió al comité en el que se descabezó a Sánchez como una "corriente eléctrica" que sacudió las entrañas del partido y admitió que se había dado una imagen "cainita". Tras recordar en el mensaje de su primera reunión con el grupo parlamentario, que había que evitar que la situación interna afectara al papel del PSOE en las instituciones.
Pero Fernández, que defendió que no hay que engañar a la ciudadanía porque ahora la alternativa es abstención o terceras elecciones e hizo autocrítica al lamentar que no se hubiera abordado antes esta cuestión, fue más allá del futuro inmediato de la decisión respecto a Rajoy e hizo un llamamiento a celebrar un "congreso de reconstrucción", en el que los socialistas deberán rearmar "discurso, proyecto, ideas y liderazgos". No puso paños calientes: "El edificio político del PSOE está muy dañado, pero conservamos el solar". Fernández llegó a comparar la situación actual del partido con la que se vivió durante el "desierto" de los más de 40 años de dictadura y ensalzó la labor que supieron hacer los socialistas a pesar aquello tanto en la transición como en la construcción de un país moderno.
Antonio Pradas, Eduardo Madina -de espaldas- o César Luena -al fondo- entre los diputados socialistas que han participado en la reunión del grupo parlamentario
No es una crisis de la socialdemocracia sino de "la política"
Fernández alertó a los miembros del grupo parlamentario de que no se vive una crisis de la socialdemocracia sino una crisis de la política, con una difuminación del poder y medidas que ya no dependen de un solo país, alertando de que Europa está confusa y "no sabe si avanza o retrocede". En cuanto a los problemas del país subrayó la "insoportable tensión entre Cataluña y el resto de España". Ya en clave de debate en torno a la abstención, subrayó que el PP es un "proyecto antagonista" al PSOE en lo social y se mostró consciente de la imagen "distante" y de inacción que transmite Rajoy frente a la corrupción en su partido, pero insistió en que los populares mantienen una partido "correoso" y "roqueño" y en un momento de hegemonía de la izquierda han ganado dos elecciones. "Lo ha conseguido gracias a la división de la izquierda y al discurso del miedo alentado por los populares", advirtió. Se mostró consciente de las dificultades de la abstención pero alertó de que "no hay alternativa" al Gobierno de Rajoy, y en ese sentido se declaró como uno de los "culpables" de no abrir antes el debate ante la evidencia de que no se podía formar un Gobierno PSOE-Ciudadanos-Sánchez ni otro con participación de los independentistas catalanes. "No hay alternativa y en política lo que no es posible es falso. [...] Hay una disyuntiva entre la abstención y terceras elecciones, no se puede engañar a los ciudadanos", insistió. El presidente de la gestora apuntó que en un escenario de nuevas elecciones el PP saldría reforzado por lo que se trata de elegir en un escenario del "mal menor" e invitó a los parlamentarios a participar en el debate que "nadie tiene la verdad absoluta".
También tuvo Fernández mensajes para Podemos, que presentó como una formación que ha convertido "la indignación en política" y que recurre a "un lenguaje simplificador" y "emocional" que además pretende "ser hegemónico en la izquierda".
