En su séptima edición, la Fundación Bancaria  ”la Caixa” ha dado un nuevo impulso a los Premios Arte y Mecenazgo . Los ganadores en sus tres categorías han sido el artista guipuzcoano Asier Mendizabal, la galería Elba Benítez de Madrid y el mecenas de origen holandés y residente en Barcelona Han Nefkens.

De Orhan Pamuk nos llega la siguiente afirmación “la poesía y la pintura, el color y la palabra, son hermanos, ya lo sabes”. Dicha frase nos sirve hoy,  por una parte, para definir el trabajo de Asier Mendizábal, ganador del Premio Arte y Mecenazgo 201,  en la categoría de artista, con 50.000 euros de dotación, de quien el jurado ha remarcado  “la excelencia creativa de su obra, que supone una extraordinaria contribución a la innovación del lenguaje artístico, fruto de la investigación constante que fusiona texto, imagen y forma”.

Pero vamos a ir más allá en el concepto de hermandad. Porque lo que la Obra Social “La Caixa” busca con estos premios, tal como ha remarcado Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación Bancaria “La Caixa”, es “fortalecer el ecosistema del arte en España”, y para ello, hay que ir más allá del propio artista, y prestigiar asimismo la labor de galerías y mecenas. Ambos son eslabones imprescindibles en la cadena del arte, en su labor por acercarlo a la sociedad, y que La Obra Social “La Caixa” ha decido prestigiar en aras de impulsar la conservación del patrimonio artístico del país.

En estas dos categorías los premiados han sido la galería Elba Benítez de Madrid, y el mecenas de origen holandés y residente en Barcelona Han Nefkens. De Benítez, ganadora de los 40.000 euros de premio, se ha destacado su contribución al posicionamiento y el reconocimiento de la galería en el ámbito local e internacional. Ella misma ha remarcado la labor de las galerías como entidades culturales, ayudando al artista a poder vivir de su trabajo, a la vez que su necesidad de gestionarse como empresa, para poder sobrevivir y poder realizar su función de laboratorio de ideas, eventos, producciones…y llegar así a la sociedad.

Han Nefkens ha sido galardonado por “la extraordinaria labor que desde su Fundación Hans Nefkens impulsa el mecenas, tanto por la calidad de los programas que desarrolla como por el modo de hacerlo”. Él mismo, que subraya la flexibilidad como un punto primordial para el desarrollo de su función y que afirma que el mecenazgo es una forma de vida, prefiere llamarse Conector. Su labor es la de “conectar personas a través del arte, crear una familia (volvemos al concepto de hermandad), que trabajan para un mismo fin, con diálogo, con los problemas de cualquier familia”.  

En la conversación entre los tres galardonados no ha faltado el debate en relación al papel de la administración en el desarrollo del mundo artístico. Mientras Elba Benítez ha levantado la mano en cuanto a la poca importancia que desde el gobierno se da al arte, conllevando un deterioro importante de la marca España, Han Nefkens ha abogado por el papel de lo privado más allá de lo público. Un papel privado que, en su consideración, está falto de madurez en España, y que debería ser valiente para andar solo, sin esperar las directrices de lo público. Todos, eso sí, han estado de acuerdo en la relevancia de la educación, y de la necesidad de acercar el arte a la ciudadanía. Uno de los objetivos que lleva a La obra social La Caixa a poner en marcha estos premios.

Una de las preguntas ha sido cómo podía afectar la posible independencia de Cataluña en el mundo del arte. Mendizabal ha querido remarcar el arte como un acto presente, sin poder predestinar nada a futuro, mientras que Durán ha puesto en valor la capacidad  de los artistas en manifestar otra mirada del conflicto a través de su obra.

El próximo mes de noviembre los ganadores, en la ceremonia de entrega de premios, recibirán una escultura de Miquel Barceló, realizada para la Fundación.